La Sala Ultramar inicia su primera travesía otoñal con la puesta en escena de dos obras en doble programación. Una obra de Lluïsa Cunillé por la que le fue concedido el Premio Nacional de Literatura Dramática en el año 2010: Aquel aire infinito, y otra obra, Pervertimento, escrita por quien fue su maestro en los talleres de la Sala Beckett de Barcelona, José Sanchis Sinisterra.

La Sala Ultramar, fiel a su compromiso con el teatro y con sus espectadores, ha decidido asumir la subida del IVA y no aumentará el precio de sus entradas, aunque mantiene, e incluso aumenta, la calidad de sus propuestas.

Aquel aire infinito, de Lluïsa Cunillé, será representada por la Companyia Hongaresa el jueves 27, el viernes 28 y el sábado 29 de septiembre a las 20 horas. Paco Zarzoso dirige a los actores Lola López y Pep Ricart en esta función en la que se recrean los cuatro encuentros de un Ulises contemporáneo con la versión moderna de cuatro mitos femeninos clásicos que siguen vivos en su rígido destino: Electra, Fedra, Medea y Antígona.

Pervertimento, de Sanchis Sinisterra, será puesta en marcha por Bonanza T., proyecto detrás del cual están los actores Álvaro Báguena y Verónica Andrés. Los dos, seducidos y pervertidos por tres de los monólogos y un diálogo de este conjunto de piezas breves del año 1988, se aventuran en una propuesta que trastoca el tiempo y el espacio dramáticos y la propia realidad. Permanecerán en cartel desde el día de su estreno, el viernes 28 de septiembre a las 22 horas, hasta el domingo 14 de octubre. Su pase habitual será a las 20 horas, excepto los días 28 y 29 que con motivo de la doble programación tendrá lugar a las 22 horas.

Las dos obras de arranque, a las que la Sala Ultramar da un cobijo que quizá no encontraran en otros regazos teatrales, presentan una sustancial diferencia de género: la primera es una tragedia, la segunda es una comedia. Sin embargo, existen entre ellas diversos puntos de contacto. Ambas propuestas son de estructura fragmentaria y se desarrollan en espacios desnudos donde el protagonismo lo adquieren el actor y la palabra.

Por otro lado, se dan cita dos autores que han sido respectivamente maestro y discípula aventajada en la Sala Beckett de Barcelona. Y los dos dramaturgos han sido merecedores del Premio Nacional de Literatura Dramática; Sanchis Sinisterra en el año 2004 por su obra Terror y miseria en el primer franquismo, y Lluïsa Cunillé en el año 2010 por Aquel aire infinito, como hemos apuntado ya.

Aquel aire infinito permanecerá en cartel hasta el sábado 29. Tres únicas funciones en la Sala Ultramar porque la Companyia Hongaresa parte a Argentina y Chile a continuar con sus representaciones en aquellas tierras ultramarinas.

Por su parte, Pervertimento es la obra fundacional de una nueva compañía teatral formada por Álvaro Báguena y por Verónica Andrés. Se trata de Bonanza T., que suelta amarras en la Sala Ultramar para iniciar su nueva aventura teatral.