Se trata de una ficción basada en hechos reales, que nos sacude y nos hace viajar a una época conocida por todos, pero contada desde un punto de vista para nada convencional, el de las mujeres que la vivieron y sufrieron. Fruto de una investigación, a la autora le sobrecogió el hecho de la privación de agua en las cárceles de la posguerra, lo que supuso poner el foco en este hecho.

Saldrán a la luz historias verdaderas de mujeres que estuvieron en ese lugar y tantos otros, que servían como cárceles no hace muchos años.

Darles voz y cuerpo es fundamental para conseguir la transformación, porque no se trata solo de contar la historia como fue, sino explicar que no hay odio ni venganza en ellas, solo la necesidad de no seguir siendo invisibles.

Mediante juegos escénicos, trabajo corporal, música y un texto poético, se irán enlazando los cuadros que irán tejiendo las diferentes historias de tantas mujeres, que serán interpretadas por las tres actrices en escena.

Dos mujeres se encuentran en un espacio determinado, unos grandes almacenes.

Hasta aquí todo normal, hasta que una de ellas arrastra sin motivo aparente a la otra y la encierra en un lugar donde ocurre algo extraordinario.

Se suceden una serie de acontecimientos que abren los ojos a la mujer que trabaja allí, que la hacen tomar conciencia de dónde está realmente y porqué está pasando todo esto.

Se une a este dueto un tercer personaje, otra mujer, que nos acompañará durante todo este viaje y al final descubriremos quién es.