Sinopsis: ¡Nos encantan los cuentos clásicos, que dulces, que ilustrativos, que sensibles! Caperucita, Los tres cerditos, Hansel y Gretel Pero, ¿nos hemos parado a pensar si en verdad son tan dulces, tan ilustrativos, tan sensibles? ¿No será que lo que más nos gusta de los cuentos clásicos es que siempre tienen algo de terroríficos? Pero ¿Quién se puede resistir a un buen clásico?
Nuestra Blancanieves no sabe de tareas domésticas, pero sabe hacer una página web y desde luego no va a besar a ninguna rana por muy príncipe que sea, porque no quiere casarse. ¡Qué manía con casarse!