Es un viaje de juglar entretenido desde no se sabe dónde , hasta ninguna parte. Ellos sabían que todo viaje es una alegoría esencial de la vida. Y el viaje tiene muchas fases: momentos felices y tortuosos, paisajes bellos y espantosos y gentes de todo tipo. El viaje debe ser entretenido y para eso hay que contar historias, recitar poemas, decir chistes y cantar canciones. Los cómicos itinerantes del Siglo de Oro español sabían muy bien que en Sevilla gustan de ciertas romanzas que no hay que decir en Burgos o en Granada. Y en cada sitio hay que saber tocar la tecla oportuna, cantar una distinta canción. Los viajes entonces eran a pie, porque lo importante no era llegar sino viajar. Y todos iban a pie porque entonces no había más que una autovía: la A pie, 27. Y esto es Mester de Algarabía. Una idea que surgió en un camino, de noche bajo las estrellas, viajando desde Córdoba hasta Extremadura. Tiene loas, historias y poemas de ayer y de siempre. Me tiene a mi y a Javier Alejano con su música y cosas nuevas, como "El collar de la Paloma" que celebra su primer milenio este año. Algunas historias son viejas pero aunque envejecen los dedos de las manos, recordad que los anillos de oro permanecen siempre idénticos. Que ustedes los disfruten como una algarabía de rayos de sol.