«En los tiempos del confinamiento, mientras esperábamos que se reanudaran los conciertos con contacto humano directo, y como terapia o cuidado de cómo los echaba de menos, me dediqué a recoger algunas de las fotos que había ido tomando, ponerlas con más o menos orden cronológico y con unos comentarios o micro-reseñas pasadas por el tamiz del recuerdo. Y de aquello salió un libro.

Esta exposición es parte del material extraído de este libro, la mayor parte, y refleja mi afición a la música en directo, a tomar fotos y, de alguna forma, a expresar lo que significa la música en directo y el afán para capturar el “instante”.

El título, al principio, hacía referencia a la espera de volver a conciertos, una pausa. Hoy, realmente, hace una referencia atemporal a la siempre emocionante sensación de empezar y/o terminar cualquier cosa. (Acabarlas no siempre es obligado)

Sólo me queda expresar mi agradecimiento a todas las salas y promotores que nos regalan semana tras semana el mejor concierto del año.»