En una casa suburbana, con un pequeño jardín, una familia de clase media afronta el paso de un año decisivo. A través de la metáfora material del transcurso de las cuatro estaciones que condensarán el crecimiento y cambio de cuatro hermanos y hermanas y sus

vínculos con su padre y su madre, asistiremos al desarrollo de un organismo que mutará, se agitará y morirá, para seguir, siempre, incontenible e imparable, respirando y transformándose.