Es un alegato por la eliminación de los géneros, como horizonte. Pero, a la vez, reivindicamos la categoría impuesta, la de ser mujer, porque sabemos de la invisibilidad, de la violencia y del control ejercido bajo esa etiqueta-mujer.

Luchamos por la eliminación de la sexificación, sí, pero no olvidamos que nuestros abuelos pegaban a nuestras abuelas.

A partir del pretexto temático de la campaña de Amnistía Internacional "Mi cuerpo, mis derechos", Sáez y Pardo escriben Cul Kombat, obra circense-teatral que cuestiona la intromisión en los cuerpos, en la identidad y la imposición de las categorías, Pero alejándose, para adentrarse en un lenguaje propiamente escénico, metafórico. Desde el clown gestual pero también desde el delirio textual. Desde el humor transgresor pero también desde la fragilidad de la exposición personal.

¡Shhh! "La historia de las mujeres la conocemos por nuestras madres, por nuestras abuelas, por lo que dicen y por lo que callan, por lo que dicen y por lo que callan."