Comedia de la compañía La Teta Calva

Fontana, un creativo publicitario se ve empujado a aceptar algo que detesta, a cumplir unas órdenes que él nunca daría. Unas órdenes que vienen de Llopis, un director de una agencia de publicidad en horas bajas. Porque de eso va esto, de dar o cumplir órdenes. Fontana comete el imperdonable error de traicionar a sus principios y cuando decide reconducir la situación (todos cometemos errores), cuando decide enmendar sus pecados, ya no hay marcha atrás.

Todos somos culpables. Nuestro día a día se conforma de pequeños actos criminales y discretos. Somos miserables aunque sea de vez en cuando. Nuestra cuota de perversión. Fontana y Llopis trabajan en una agencia de publicidad encargada de la campaña de un político que ha pasado unos años en la sombra debido a oscuros casos de corrupción y ahora vuelve a la carrera después de haber pagado por todos sus pecados. Vender tu alma al diablo. ¿Lo harías? ¿Lo harías por un puñado de euros a fin de mes? ¿Por esas vacaciones a África que llevas años esperando?.

Espaldas de plata nos habla de nuestras decisiones cotidianas y de su repercusión en el desenlace del mundo. Cuidado con lo que haces porque todo es culpa tuya. Aunque te eches a dormir y tengas dulces sueños, todo es culpe suya.