El proyecto electrónico de Lucas Vidal pretende romper los moldes de un concierto tradicional para convertirse en una experiencia, un viaje, una eclosión de los sentidos que transporte a los espectadores a un mundo de imágenes y sonoridades profundos, impactantes, y que invitan a la reflexión.

La composición musical está diseñada para ser variable, y puede llevarse a cabo con grandes orquestas, pero sin perder nada de intensidad cuando es interpretada por un grupo de cámara reducido.

El papel de Lucas durante el espectáculo será doble: por un lado, dirigirá los músicos, y, de otra, sorprenderá mezclando sonidos electrónicos que, unidos a los instrumentos, crearán una atmósfera única.

Lucas pretende, de este modo, acercar dos mundos a priori tan distantes como la música clásica y la electrónica de manera elegante, sutil y profunda, ofreciendo una experiencia inolvidable a sus espectadores "