Auditorio del Palau de les Arts

Josep Vicent, director titular

Andrés Valero-Castells, director invitado

Universo (2019) David Mora (1973) 15'

Fluor, Coure, Urani, Vanadi (2020) Andrés Valero-Castells (1973) 8’ (estreno absoluto)

Lvcis Lavs (2008, rev. 2016) David Mora (1973) 13'

Polifemo y Galatea (2006) Andrés Valero-Castells (1973) 22’

A principios de 2019 el maestro Josep Vicent, director del ADDA y de la orquesta ADDA · Simfònica, le encargó al músico alicantino David Mora una obra cuyo título fuera el de la temporada 2019-2020 del ADDA: Universo. El confinamiento de la primavera impidió el estreno el 7 de mayo del año pasado. Casi un año después, se repitió ese programa con los mismos compositores e intérpretes.

David Mora, que fue profesor en el Conservatorio Superior Guitarrista José Tomás de Alicante e imparte clases actualmente en el Conservatorio Superior de Murcia, confiesa que lo primero que le vino a la memoria fueron las palabras del monje zen Hakuin Ekaku: "Cuando nos olvidamos de nosotros mismos, somos el universo", así como la reflexión de Pitágoras: "En la contemplación de la armonía de los ritmos del universo radica la felicidad suprema"; y el libro de Carl Sagan: Un punto azul pálido. David Mora, fue alumno de Manuel Seco de Arpe y posteriormente amplió estudios de composición con Cristóbal Halffter, Tomás Marco, Javier Darias, el recientemente fallecido Antón García Abril y Leo Brouwer, entre otros.

La orquesta de Universo está distribuida en cinco grupos: tres quintetos, dos de viento y, entre ambos, el quinteto formado por los timbales, las trompetas y trombones. El cuarto grupo lo conforma un cuarteto de cuerda, insertado a su vez dentro del quinto grupo, formado por la orquesta de cuerda, dividida a su vez en atriles A y B. La obra se asienta sobre un ritmo yámbico ostinato (simboliza el ritmo vital) en pizzicato de las cuerdas graves, mantenido durante toda la composición, sobre el que se desarrolla y evoluciona una especie de pasacaglia en espiral cuyo tema toma las primeras ocho notas del adagio cantabile de la sonata Patética de Beethoven, en homenaje al maestro de Bonn del que se conmemoraba el año pasado el 250 aniversario de su nacimiento.

Luis Belda Benavet, poeta callosino, escribe de esta composición de su paisano: "A mi juicio, esta creación no es un intento de indagar cómo el hombre llegó al Universo, sino como el Universo llegó a transformarse en el hombre. Porque todo es el Universo: una puesta de sol, un beso, la caricia de un niño, el ruido de la sangre, la paz del agua, la luz, el miedo, el futuro y el pasado. La ciencia y el pensamiento evolucionado nos han abierto a meditar, a fluir sobre la vida con nuevas ecuaciones: a entender -y también a sentir-. Esta obra, por lo tanto, trasciende con su filosofía y formula, con su poética, la numerología del Universo: la palabra más nombrada e incomprensible para el sonido humano, su ritmo y su paz... Quizás podamos algún día comprender mejor la imagen de la Tierra a lo lejos: "Aquel pequeño punto indeciso y azul pálido, en medio del cosmos" que le debemos a Carl Sagan. Puede que al final hayamos percibido que, todo lo que vive y lo que vivió, el tiempo, el pasado y el futuro, el amor y la esperanza son las baldosas visibles del Universo, el legado de nuestro corazón , nuestro sueño. Sobre los acordes en forte de los tres quintetos (todos los vientos más el timbal), que aparecen al principio y en diferentes momentos a lo largo de la obra, adquieren los oyentes la posibilidad de integrarse en el pulso de la vida y el Universo: el todo de la existencia, las raíces primeras de las preguntas incontestables y, a su vez, la constatación indiscutible de ser parte de ese polvo genuino de estrellas y de luz que nos convoca hoy en esta sala".

Flúor, Coure, Urani, Vanadi es una obra escrita para conmemorar el 125 aniversario de la Facultad de Química de la Universitat de València, Valero-Castells toma los símbolos de los Elementos de la Tabla Periódica que aparecen en el título de la obra ( F-Cu-U-V) obteniendo fonéticamente las iniciales de la institución valenciana, y a la vez empleando las características de estos elementos para obtener el material sonoro y las alturas, que junto a una estructura configurada a través de tres citaciones de los compositores S. Giner, J. Massenet y L. van Beethoven, consigue la proporción temporal entre cada sección y la duración básica de cada sonido. Los homenajes musicales citados que se podrán identificar son el motivo inicial del 4º movimiento de la 2ª Sinfonía de Beethoven que el año pasado también cumplió su 250 aniversario, el Himno al saber del significativo compositor valenciano Salvador Giner, estrenado el año de la creación de esta institución, y la escena religiosa y entreacto de la tragedia antigua Les Érinnyes de Jules Massenet que fue interpretado durante el acto de apertura del curso académico 1895-96. Estas citas aportan una dosis de memoria histórica y contextualizan la vez el evento para el que se escribió esta nueva composición.

Encargada por el director de orquesta Leonardo Martínez para conmemorar el XX Aniversario de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche (OSCE) en su temporada 2007-2008, Lvcis Lavs fue concebida como una obra breve para abrir el concierto en el que fue estrenada el 10 de mayo de 2008 en el Gran Teatro de Elche.

En 2016 fue revisada para su edición en Brotons & Mercadal Ediciones Musicales, revisión que estrenó Josep Vicent al frente de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM) el 11 de mayo de 2018 en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, obteniendo una excelente crítica tanto de público como de crítica especializada.

En palabras de Leonardo Martínez: "Uno de los parámetros más importantes que tiene que trabajar una orquesta diariamente, y uno mismo a la hora de formarse como director, es el ritmo. Esta obra es muy rigurosa rítmicamente. David Mora crea un ambiente o textura con una gran plantilla orquestal que es explotada al máximo en cuanto a ritmo, colores, timbres y ámbito orquestal. Simetrías muy bien trabajadas entre diferentes familias que hacen que continuamente se esté elaborando un lenguaje moderno pero sin alterar la naturaleza de los instrumentos. Material motívico y temático de una grandísima calidad, que proporciona a la obra una gran unidad. Los mismos motivos que nos podemos encontrar en los tres movimientos suenan de manera muy diferente en cada uno de ellos por la forma en la que son trabajados y además son capaces de hacer algún pequeño homenaje a la historia de la música de una manera sutil y elegante, como en el caso del segundo movimiento Collage, donde, como su nombre indica, se realiza una collage musical con el propio material motívico-rítmico de la obra y su combinación con los primeros compases del preludio núm. 2 de El clave bien temperado de J.S. Bach, junto con los tres primeros acordes de La flauta mágica de Mozart ".

Estructurada en tres movimientos: Preludio (Lento), Collage (Allegro energico) y Epílogo (Adagio), en los que, en palabras de Jose Antonio Cantón en su crítica del estreno en Murcia "se despliega todo el potencial dinámico y colorista que cierran sus pentagramas, para darle ese sentido lúdico que pide el autor, sustentado en todo momento por el impulso rítmico que exige su discurso ". Lvcis Lavs pretende llevar al espectador desde la oscuridad hasta la luz a través de estos tres breves movimientos.

Polifemo y Galatea de Andrés Valero-Castells, está inspirada en el mito de Polifemo y su desdicha amorosa, tratado por autores como el poeta romano Ovidio en sus Metamorphoseis y destacando la genial fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora, una de las obras cumbres de la literatura universa. Esta obra cautiva a Andrés Valero-Castells para desarrollar el discurso musical tal cual lo hace el literario, una poesía que va hacia la música sinfónica debido a su estructura excepcional, y al grado de fineza conseguido en los contrastes temáticos.

Iniciando por la cuarta estrofa literaria, la descripción de la hermosa costa siciliana, pasando por la visión de la misteriosa morada del cíclope, la horrible impresión del gigante de un solo ojo tocando su gran flauta de pan primitiva, el enamoramiento de Acis y Galatea, representados por el fagot y el corno inglés, el canto de Polifemo, otorgado íntegramente al trombón, los celos terribles y el asesinato de Acis, así como la metamorfosis de la sangre derramada en el agua de una fuente imperecedera, constituyen los núcleos principales de contenido que resultan de especial interés para la comprensión auditiva de la obra.