Kara-Oke significa «Orquesta vacía». Más allá de esta bonita alegoría inicial, cuando esa palabra suena a nuestro alrededor, inmediatamente vemos un bar de carretera de luces verdes en La Mancha, Nino Bravo acompañado con instrumentos MIDI del año 91, la sala de fiestas de un hotel de Benidorm, todo ello ilustrado en un batiburrillo aleatorio de imágenes casposas sin mucha relación.

Ahora, chasquea tus dedos e imagínate en un escenario: las luces brillan, un micro transmite tu melodía y detrás, un flipante piano de cola toca la canción que te mola. Este es el nuevo karaoke, es el Pianoke Bar. Se puede disparar al pianista, se puede cantar. Bienvenidos.

A cargo de Gilberto Aubán, un músico valenciano multidisciplinario. Lleva 12 años con su proyecto Gilbertástico al mismo tiempo que colabora con muchas otras bandas.