Nada más ser creado por Gepetto, Pinocho se plantea algunas dudas: ¿Qué o quién soy? ¿Qué pinto yo en este mundo? ¿Qué debería

hacer? Para responder a estas preguntas,

comienza un viaje que le llevará de lo real a lo imaginario, del submundo de la novela picaresca a la fábula con animales.

Nuestro Pinocho es algo punk, instalado en el siglo XXI, porque nos atrae mucho la idea de encontrar nuevos códigos para contar historias, por muy clásicas que sean.