¿“Ninfa reinando sobre un imperio acuático” o “náyade absurda”? ¿Quién es exactamente la extraña criatura de Rameau cantada por un contratenor y que rompe con las convenciones de la ópera? La fea y engreída rana Platée es víctima de una maquinación de los dioses que le hacen creer que es amada por Júpiter. En esta ópera, compuesta para conmemorar el matrimonio del delfín Luis, hijo de Luis XV, con la notoriamente poco favorecedora princesa María Teresa de España, Jean‑Philippe Rameau convierte la ironía en el arma principal de su partitura.

Esta farsa cruel pero conmovedora regresa al escenario de la Ópera en una producción deliciosamente caprichosa de Laurent Pelly.