Un año antes de cumplir los ochenta, Joan F. Mira comenzó, con la sencillez clásica de los sabios, este libro de memorias que continúa el celebrado El tranvía amarillo. Atrás ha quedado el barrio de La Torre en medio de la Huerta. Ahora nuestro memorialista tiene catorce años y ha encontrado, después de la muerte del padre, la vocación religiosa y el deseo de ser santo. La llamada le lleva al monasterio de Iratxe y, más adelante, en la universidad Gregoriana de Roma, ciudad de atractivos infinitos que siempre será su segunda patria urbana. En las calles y las plazoletas romanas, el ansia de santidad se va disolviendo "como un bloque de hielo bajo una lluvia finísima". Entonces se inicia un periplo que hace pasar el joven Mira para fábricas de Düsseldorf, por París de 1968, y por Oslo, Budapest y Oxford. Vemos el compromiso político, un amor italiano, el descubrimiento de la antropología social, Claude Lévi-Strauss, la estancia en la Guinea Ecuatorial ... hasta que, como un final de etapa, un rostro en blanco y negro anuncia la televisión que se ha muerto Franco.

Joan F. Mira (Valencia, 1939), escritor, antropólogo y helenista, es uno de los referentes centrales de la literatura catalana contemporánea. Además de una extensa producción ensayística, es autor de Borja Papa y de una trilogía fundamental, formada por Los trabajos perdidos (1989), Purgatorio (2003) y El profesor de historia (2008). El año 2013 publicó las memorias de infancia El tranvía amarillo, que ha retomado con Todos los caminos (2020). Ha sobresalido en la traducción de grandes clásicos, como la Divina Comedia de Dante Alighieri, los Evangelios y la Odisea de Homero. Es Medalla de Oro de la ciudad de Florencia, y Premio de Honor de las Letras Catalanas.

Sala de actos Centro de Cultura Contemporánea.