Con Junil en las tierras de los bárbaros, Joan-Lluís Lluís entra en el Club de los Novelistas: una gran novela de aventuras, un viaje por el Imperio romano en el que la poesía, la lengua y la traducción son el motor de la acción.

“Una vez había un hombre que despreciaba a su hija.” Con comienzo de fábula aparece la heroína de esta historia, llamada Junil. Encola a papiros en la librería del padre y aprende a leer a la sombra de su desprecio. Pero muerto el padre, muerta la rabia —y es la hija quien ha concebido el arma del crimen.

Huye a pie con tres esclavos. El tiempo es el principio de la era cristiana; el sitio, una marca del Imperio romano. Atraviesan la frontera y aprenden a ir a palpas por el mundo, donde los dioses y las lenguas varían. ¿Qué dicen los extraños con los que chocan? ¿Qué quieren? A medida que avanzan, el afán de andar eclipsa el miedo y se contagia a otros fugitivos.