Durante apenas una hora, espectadores y críticos teatrales de todo el mundo han experimentado ya la fascinación de Quijote, la obra maestra de Bambalina.

Dos oficiantes vestidos de negro, una mesa, el juego de luces y sombras, la gestualidad precisa y la música matizada se funden, recreando un Quijote mudo y sin embargo elocuente, de evocaciones goyescas, góticas, expresionistas...

Quijote solo, en una estancia de su casa, lee obsesivamente libros de todo tipo hasta enloquecer. Así comienza esta obra que muestra la locura de este héroe universal, su amor por Dulcinea y la especial relación que mantiene con Sancho.

A través de episodios como la aventura de los molinos de viento o la escena del Retablo de Maese Pedro (el teatro de títeres dentro del teatro de títeres) vemos cómo Quijote va mezclando realidad y ficción hasta que finalmente es humillado por los que le rodean y vencido por sus propios demonios.