La acción se desarrolla en las últimas semanas de residencia de Francisco de Goya en Madrid, justo antes de autoexiliarse en Francia y fijar su residencia definitiva en Burdeos, diciembre 1823. Son tiempos sombríos para Goya, viejo y pesimista, es acosado por sus miedos, obsesiones, fantasías grotescas y contradicciones vitales de las que su mujer Leocadia es punto de mira. Goya escapa a través de su pintura más oscura, las "Pinturas negras", plasmada en las paredes de su Quinta del Sordo, de sus propios fantasmas y de la presión absolutista, cruel, represiva y asfixiante de Fernando VII que persigue a los simpatizantes de la Ilustración, los liberales como él.