Está a punto de llegar un miembro nuevo a la familia de Paco Villalonga, quien no piensa consentir en modo alguno que su legado, en este caso su apellido, no se perpetúe por la caprichosa decisión de su consentida y querida hija , Anna, y de su cómplice y yerno, Pau.

A esta familia le ha llegado la hora de decidir, de mirarse cara a cara y revelar lo consistentes que son los principios de cada uno de ellos; y lo más importante, saber si todo esto tiene algo que ver con la felicidad.