Leonardo da Vinci deseó la utopía con todas sus fuerzas y empeñó su trabajo para hacerla realidad. Y ahora, su innegable legado se convierte en nuestra inspiración; su visionario sueño, alimenta nuestras raíces y su contundente obra, abona nuestro trabajo. Sorprendidos y admirados, buscamos dar alas a la imaginación con el impulso creador que multiplicó sin tregua el hombre renacentista interesado todo el saber y la creación.