La trayectoria de la factoría Disney elaborando películas es lo suficientemente amplia como para albergar personajes memorables y muy queridos. No hace falta más que nombrar a Peter Pan, Ariel, Aladdin o Blancanieves para despertar al niño que llevamos dentro e, inevitablemente, esbozamos una sonrisa. No obstante, los villanos o villanas que hacen la vida imposible a héroes y princesas suscitan sentimientos encontrados. No dejan de ser "los mal@s", pero en el fondo también les guardamos cierto cariño.

Puede que en el fondo no sean tan malvados, que todo se trate de un reduccionismo maniqueo de las películas de animación, o que nos sintamos identificados con ellos. En cualquier caso, la "fábrica de sueños" conoce la atracción del público hacia estos personajes y quiere aprovecharlo con el estreno de 'Maléfica'.

La elección de la bruja de 'La Bella Durmiente' no parece arbitraria. La madrastra de Blancanieves ansía ser la más bella; Úrsula quiere ser la reina de los océanos, y Cruella De Vil es una víctima de la moda. Todas tienen razones para actuar como actúan, pero Maléfica tan sólo tiene una motivación: ser mala.

Angelina Jolie Angelina Joliees la apuesta de Disney para encarnar a la bruja que condena a Aurora a pincharse el dedo con una rueca y morir. La caracterización es verdaderamente sublime, pero se quedaría a medio gas si no fuera por la fuerza que aporta Jolie. La expresión facial -con especial énfasis en la mirada- expresa todo lo que se puede esperar de un personaje tan maligno; y, además, sus sinuosas curvas combinan a la perfección con el negro nocturno que viste en todo momento, aportando una carga extra de sensualidad.

Por supuesto, la historia del cine cuenta con otras villanas que destacan por su magnetismo y sensualidad. Rescatamos a algunas de las malas malísimas más sexys de la gran pantalla.

Salma Hayek en 'Abierto hasta el amanecer'

La alocada película que brota del puño y letra de Quentin Tarantino (y que también coprotagoniza) es una fiesta de vampiros disfrazada de 'road movie'. Por encima de los diálogos burdos y la orgía de sangre, destaca Satánico Pandemónium (Salma Hayek), la sensual vampira/bailarina del club de carretera La Teta Enroscada. La escena de la danza con la serpiente ha pasado a la historia como un referente cultural de la imagen de Lilith (la vampiresa bíblica, ampliamente representada en cuadros de todas las épocas y en la serie de televisión 'True Blood'), y se ha convertido en todo un icono del erotismo.

Salma Hayek encandiló a Tarantino y Clooney.

Michelle Pfeiffer en 'Batman Returns'

Tras el éxito de la primera película de Batman a finales de los 80, era evidente que habría una secuela. Tim Burton, el realizador, decidió dar un giro más oscuro y retorcido a todos los aspectos de la película. Tramas más profundas, decorados más góticos, y dos carismáticos villanos: Pingüino (Danny DeVito y Catwoman (Michelle Pfeiffer). El primero es un malo de libro, pero la segunda es mucho más compleja, ya que entraña una actitud de anti-heroína que sirve de contrapunto perfecto a la otra cara de Bruce Wayne. Pfeiffer se convierte en toda una felina, toda una perdición para Batman entre cueros y tachuelas.

Una 'catwoman irresistible'.

Lucy Liu en 'Kill Bill'

La saga que homenajea el cine asiático con tintes de 'spaghetti western' de Quentin Tarantino es una apuesta fuerte por la acción, acción y más acción. La trama es simple: venganza. A partir de aquí, los dos volúmenes de 'Kill Bill' son un arduo camino de sangre, golpes y katanas. Uma Thurman encarna al personaje que tiene sed de saldar cuentas, y se ha de enfrentar a todo tipo de mafiosos y grandes espadachines. Su rival más fuerte es O-Ren Ishii (Lucy Liu), contra quien se enfrenta en una perfecta coreografía digna de lo mejor de las películas japonesas. Lucy Liu se mueve en todo momento con brío y delicadeza y, aunque no se quite el kimono, emite un enorme magnetismo.

La escena más sangrienta de Tarantino.

Sharon Stone en 'Instinto básico'

La 'femme fatale' por excelencia de las últimas décadas. El cruce de piernas en el interrogatorio se ha convertido en un referente del erotismo en el séptimo arte, pero no es más que la punta de un letal iceberg. Sharon Stone borda el papel de ¿mala?, pero mucho mejor lo hace seduciendo al pobre diablo de Nick Curran (Michael Douglas). Cargada de escenas subidas de tono, 'Instinto básico' fue objeto de críticas por el exceso de sexo y violencia, pero es indiscutible que la actriz se desenvuelve con soltura en su ambivalente papel dentro de una trama que mantiene altas dosis de intriga hasta el final.

Stone, la mala por excelencia.

Rebecca Romijn en 'X-Men'

A pesar del color azul de su piel y sus facciones de mutante, Mística es una villana muy atractiva. Rebecca Romijn, que interpreta al personaje en las tres primeras entregas de la saga de Marvel, asume la condición de antiheroína despiadada y sensual. El poder de Mística es el de transformarse en cualquier persona, independientemente de su sexo. Cualquier plano es lo suficientemente sugerente, aunque son las escenas de acción las que mejor definen el carácter de esta mala malísima.

Una villana de nueva generación.