Los Oscars 2017 están llamados a ser unos de los más reivindicativos de la historia. Es público y notorio el desencuentro de gran parte de Hollywood con la figura y las políticas del presidente de EE.UU., Donald Trump, y también es de esperar que en su paso por el escenario del Kodak Theatre de Los Angeles sean muchas las estrellas que aprovechen para mostar su malestar y desacuerdo con el mandatario. Un mal trago que Trump se ahorrará ya que, tal y como reveló Sean Spicer, Secretario de Prensa y Comunicaciones de la Casa Blanca, no verá la gala en directo.

La noche del próximo domingo 26 de febrero tanto el Presidente como la Primera Dama, Melania Trump, estarán centrados en hacer de "anfitriones en la Casa Blanca durante la Ceremonia de los Gobernadores", según anunció Spicer hace unos días.

Interrogado sobre la enorme expectación generada entorno a esta entrega de los Oscar y la más que posible protesta en masa de las estrellas de Hollywood, el portavoz respondió: "Creo que es de sobra conocido que las opiniones de Hollywood se encuentran bastante escoradas a la izquierda".

Ya durante la carrera electoral fueron muchas las estrellas de Hollywood se mostraron contrarios a Trump y se alinearon claramente con la candidata demócrata Hilary Clinton. Tras la victoria del republicano, fueron muchos los que lamentaron el voto de sus conciudadanos y anunciaron un mandato nada cómodo para el 45º presidente de los Estados Unidos.

En poco más de un mes, actores, directores, productores y demás miembros de la industria del entrenimiento han mostrados u oposición a las medidas tomadas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, que nunca ha contado con una buena relación con Hollywood ni con la Academia. Trump ya mostró rechazo a galas anteriores y ha atacado frontalmente a varias de las estrellas del celuloide.

El rifirrafe más reciente lo protagonizó Meryl Streep, quién aprovecho la ceremonia de los Globos de Oro para salir en defensa de los inmigrantes y la prensa libre señalando a Trump, mientras el presidente opinaba en Twitter que la artista era una "lacaya" de Clinton y "una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood".

Durante los años 2014 y 2015 el entonces magnate de hoteles, Donald Trump, arremetía contra las galas de los Oscar en twitter.

En anteriores entregas de los Óscar, el gobierno estadounidense ha intentado estar presente. En la gala del año pasado el Vicepresidente Joseph Biden o Michelle Obama desde la Casa Blanca en 2013, presentaron algunos de los Óscar. Presidentes como Ronald Reagan, mediante una cinta de vídeo en 1981, o Franklin Roosevelt por la radio en 1941, hicieron presencia en la gala.