Estrenos de cine

Ruiz Caldera, director de 'Wolfgang': "La paternidad es una vacuna increíble contra el ego"

El director explora los sentimientos ente un padre y su hijo en su película más emotiva, 'Wolfgang', basada en la premiada novela de Laia Aguilar

El director Javier Ruiz Caldera junto a Jordi Catalán, durante el rodaje de 'Wolfgang'.

El director Javier Ruiz Caldera junto a Jordi Catalán, durante el rodaje de 'Wolfgang'. / Lander Larrañaga

Olga Pereda

Madrid

Javier Ruiz Caldera (Viladencans, 1976) pertenece a una generación donde las emociones infantiles ni estaban ni se las esperaban. En la época de EGB, la paternidad se ejercía de otra manera y los tabús y los silencios reinaban en los hogares. Con un pasado de niño refugiado en los cómics, el cineasta catalán es hoy padre de dos hijas a las que educa hablando de todo y poniendo nombre a las cosas que pasan y que les pasan. Director de comedias taquilleras como '3 bodas de más', 'Anacleto, agente secreto' y 'Superlópez' que también ha sabido coquetear con el cine bélico de acción y aventuras ('Malnazidos'), Ruiz Caldera estrena este fin de semana una película diferente, una 'feel good movie'. Basada en la novela de Laia Aguilar, 'Wolfgang' es la tierna y emotiva historia de un padre y un hijo. Con una capacidad extraordinaria para la música y un cerebro que funciona de manera diferente por el autismo, el chaval quiere convertirse en el mejor pianista del mundo. Por algo se llama como Mozart.

Tras ganar el Oscar, Sean Baker animó a los padres a ir al cine con sus hijos. ¿Es 'Wolfgang' una oportunidad para hacerlo?

Esa es nuestra intención proque hemos concebido una película para todos los públicos. Puedes ir solo, con tu pareja, con amigos, con tu padre o con tu hijo. Está basada en una novela que es lectura obligatoria en muchos centros escolares para niños de 10 o 12 años. A mí me gusta ir al cine con mis hijas, lo hago a menudo. Siempre encuentro la oferta algo limitada, con mucha comedia descerebrada y descacharrante, que está bien pero echo de menos historias para hablar con mis hijas de emociones y tema profundos.

Afirmó durante el rodaje que es su cinta más personal.

Todas lo son porque les dedicas mucho tiempo. Desde hace años, he buscado una historia contada a través de los ojos de un niño. Lo único que he escrito en mi vida y ha llegado a la pantalla, mi único guion, es el corto de un niño, 'Treitum' (2000), que me abrió las puertas al cine. A lo largo de mi carrera he tocado muchos temas, pero 'Wolfgang' es mi trabajo más emotivo.

Ruiz Caldera, junto al niño Jordi Catalán y Miki Esparbé, en el rodaje de 'Wolfgang'.

Ruiz Caldera, junto al niño Jordi Catalán y Miki Esparbé, en el rodaje de 'Wolfgang'. / Lander Larrañaga

El padre del chaval protagonista (Miki Esparbé) ejerce una paternidad sobrevenida e intenta hacer las cosas lo mejor que puede. Habla con el niño, no le oculta nada y pone palabras a las emociones y sentimientos, nada que ver con la generación EGB.

Los que somos padres ahora estamos intentando corregir los errores que, con su mejor intención, cometieron nuestros padres. En aquella época, reinaba la sensación de que si no se hablaba de algo no pasaba. Nos querían evitar sufrimiento y obviaban cosas. Pero es mejor enfrentarse, gestionarlo y acompañar. El personaje de la abuela (Àngels Gonyalons) representa la vieja escuela de la educación, los temas tabús, la protección de los niños y las burbujas. El padre, sin embargo, entiende que hay herramientas más adecuadas para gestionar una situación complicada y se da cuenta de que el camino acertado es explicar la verdad con el corazón y desde el amor. Esto desbloquea al niño, que tiene TEA (Trastorno del Espectro Autista) pero, en realidad, es un niño.

Wolfgang tiene TEA y altas capacidades para la música.

Nos hemos asesorado con la Asociación de Asperger de Barcelona y de Madrid. El protagonista tiene lo que se llama doble excepcionalidad. El autismo y las altas capacidades no siempre van de la mano, pero hay un porcentaje elevado de que sea así. Wolfgang tiene un nivel de TEA a determinar y no sabemos cuánto de excepcional es para la música. Él, que tiene sus motivos, se obsesiona con el piano y quiere ser el mejor pianista del mundo.

"Los padres tenemos que ofrecer a nuestros hijos e hijas la posibilidad de leer, escuchar música o ir al cine. Otra cosa es que lo elijan"

En un mundo infantil donde el fútbol lo invade todo, también es excepcional encontrar un chaval apasionado de la música y no del balón.

Siempre ha sido igual, el fútbol tiene un atractivo especial para los niños y no te digo ya para los adultos. Los padres tenemos mucho trabajo por delante, tenemos que ofrecer a nuestros hijos e hijas la posibilidad de leer, escuchar música o ir al cine. Otra cosa es que lo elijan o no. Influenciado por su madre, Wolfgang goza de una grandísima habilidad para la música, que también usa como refugio. Aspira a ser un pianista consagrado no por motivos propios sino como una huida hacia delante, una manera de bloquear emociones que tiene ahí atrapadas.

Últimamente, la cartelera se ha inundado de buenas películas sobre la maternidad. Qué bien que ahora haya otra que explore la paternidad. Esparbé da vida a un hombre que se convierte en padre de un día para otro. ¿Se puede aprender a ser padre?

Creo que todos seguimos aprendiendo a ser padres, estamos en ello. Normalmente, tienes nueve meses de embarazo para prepararte, un pequeño margen para documentarte. En el caso de Miki no existe ese plazo, es padre de repente y lo hace lo mejor que puede. A lo largo del metraje, vemos su proceso de aprendizaje gracias a la ayuda de la abuela, que parece un poco dura, pero quiere lo mejor para su nieto, y de la psicóloga. Él cambia y aprende mucho. Da vida a un actor y por eso es más ególatra y transita por la vanidad. Lo que pasa es que cuando tienes un hijo todo eso se desmorona y tu prioridad se va hacia otro lugar. Esto te hace bien, es una vacuna increíble contra el ego. Es la tercera película que hago con Miki, un actor de corte clásico al que te crees siempre, ya interprete a un héroe o a tu vecino de enfrente. Aquí, los personajes no son ni buenos ni malos. Se equivocan y cometen errores y hacen cosas que no deberían, pero todos tienen sus motivaciones.

"No mostramos cómo es el autismo sino mostramos un niño con síndrome de Asperger. No hay dos iguales"

Jordi Catalán trasmite muchas cosas con su mirada. Le encontró después de un casting de 700 niños.

Fue una selección espectacular que llevamos a cabo con la ayuda de la directora de casting Mireia Juárez, que ya encontró al elenco infantil de 'Alcarràs'. Yo vi a los 50 finalistas y con Miki, los tres o cuatro últimos. Jordi tiene un físico increíble, la cámara le quiere, tiene ángel. Sus ojos, su mirada, su silencio, su ternura, su sentido del humor… Estamos enamorados de él, se echa la película a la espalda.

Laia Aguilar, la autora de la novela en la que está basada, asegura que se trata de un canto al diferente y al hecho de romper estereotipos.

Cada niño es diferente. Cada niño con TEA es diferente. Aquí no mostramos cómo es el autismo sino mostramos un niño con síndrome de Asperger. No hay dos iguales. Mis dos hijas tienen la misma genética y han recibido la misma educación y parecen de planetas distintos. Es maravillo. Si no, qué aburrido.

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