Se notan los buenos modos narrativos del director, pero también que en esta ocasión no ha logrado hacerse con todos los cabos de una película que se mueve entre dos géneros, el thriller y el drama, sin llegar a definirse y, lo que es peor, sin cuajar de lleno en ninguno de ellos.

Lo que más se deja sentir es la falta de pulsión, al menos al nivel necesario para que lo que vemos inquiete o golpeé al espectador en la medida necesaria y se justifique tanto el clima real en el que vive la protagonista como la angustiosa situación que atraviesa.

Alberto Lecchi, que consiguió resultados más satisfactorios en 'Nueces para el amor', que también protagonizaba Ariadna Gil, se siente impotente a la hora de definir con elocuencia un cuadro humano que juega con una situación límite.

El cineasta argentino da la impresión que no ha sabido con qué carta quedarse en todo momento y su objetivo de sorprender en el final no deja de ser una pura especulación gratuita. Toda la historia se apoya en la figura de María, una mujer de 45 años que atraviesa, en efecto, unos momentos terribles en su vida familiar que se trasladan al ámbito profesional.

La fase dramática viene definida por la necesidad de recuperar a sus dos hijas, cuya patria potestad logró el padre por decisión judicial y como consecuencia, entre otras cosas, de su adicción al alcohol. Ella es española y su exmarido, del que se ha divorciado y con el que sostiene una tensa relación, argentino, y ahora ambos residen en Buenos Aires después de haberlo hecho en Cataluña.

Lo peor para María es que ni siquiera tiene permiso legal para ver a las niñas. La faceta de thriller tiene que ver con la inevitable llamada anónima que recibe María y en la que una voz deformada asegura que va a acabar con ella en el plazo de unos días.

Es una parte que tampoco se resuelve con la eficacia y solvencia idóneas, hasta el punto que lo que debiera incrementar la inquietud y el temor se difumina bastante por defectos de forma. El resultado de ello es un producto sin la anhelada capacidad de impacto y progresiva pérdida de intensidad.