'Cautiva': Terriblemente minuciosa

La crónica real, minuciosa y terrible de unos rehenes, en su mayoría occidentales, que pasaron más de un año en penosas condiciones en las selvas de Filipinas después de haber sido secuestrados por un grupo terrorista.

El director Brillante María Mendoza, autor de la soberbia 'Lola' y considerado el más interesante de Filipinas en los momentos actuales, ha sabido impregnar de realismo y de verdad una historia que, por desgracia, forma parte de la vida política cotidiana en muchos países del mundo.

Su trabajo tiene un rigor encomiable y aunque es cierto que pudiera parecer reiterativo, lo indiscutible es que solo de esta forma en que los muestra pueden entenderse con fidelidad unos hechos que tenían una trágica rutina cotidiana.

Por eso su película, presentada a concurso en el Festival de Berlín, ha tenido una buena acogida por la crítica y ha contribuido a arrojar luz sobre un fenómeno terrorista, por desgracia, cada vez más frecuente.

Aunque el director ha utilizado para la cinta información de varios secuestros, se ha basado de forma especial en uno que tuvo lugar en 2001, poco antes del 11-S, y del que fueron víctimas turistas extranjeros que pasaban sus vacaciones en la playa turística de Palawan. Una veintena de ellos cayeron en manos del Abu Sayyaf Group (ASG), formado por separatistas islámicos que reivindican la independencia de la isla de Mindanao.

No obstante y como consecuencia de la confusión que se origina, dos personas ajenas al tema, Thérèse Bourgoine, miembro de una ONG francesa, y Soledad, su colega filipina, son también secuestradas. Ambas irán con el resto de los afectados a bordo de un barco pesquero, a la isla de Basilán.

Lo que les espera es una pesadilla de más de 13 meses de cautividad. La película se abre con la acción terrorista y termina con la decisiva intervención del ejército, sin salirse un ápice de este esquema.