Merecía, sin duda, mucha mejor suerte de la que tuvo en las pantallas norteamericanas y en ningún caso se hizo acreedora a esa especie de marginación que sufrió, fruto probablemente de su elocuencia y claridad a la hora de exponer un caso real de corrupción en los EEUU de principios de este siglo. Es más, contiene una magnífica interpretación de un Kevin Spacey que fue, por ella, nominado al Globo de Oro al mejor actor.

Llegada, además, con cuatro años de retraso, la película tiene para los espectadores españoles, eso sí, un defecto inevitable y es que desde nuestra perspectiva algunos datos y referencias fallan porque son genuinamente estadounidenses. De todos modos estamos ante lo más loable de la filmografía de George Hickenlooper, un director irregular y de serie B. Una parte relevante de los aciertos de la cinta son fruto del guión de Norman Snider, que ha descrito con pelos y señales un asunto que muchos consideraron como el más grave desde el Watergate. Está vinculado de forma rotunda a la figura de un «lobbista», es decir un político profesional que hace de intermediario entre las personas y comunidades cuyos intereses defiende por dinero, con tarifas muy altas, y la Cámara de Representantes de los EE UU.

Se trata de Jack Abramoff, un tipo realmente brillante y hábil, con amistades influyentes en el Partido Republicano, que se enriqueció hasta niveles desmesurados sin ningún tipo de escrúpulos, valiéndose de fraudes y sobornos y explotando a las minorías étnicas de su país, especialmente a los indios nativos. La cinta comienza cuando Jack es detenido y encarcelado, efectuando antes del juicio una vuelta atrás para sacar a la luz todos los trapos sucios relacionados con el caso.

Tras una primera mitad menos intensa y a veces algo farragosa, con un aluvión de nombres que en algunos casos apenas dicen nada en estos horizontes, se pasa a una segunda mucho más entonada y reveladora que culmina en dos hechos clave, un asesinato que precipitará los acontecimientos con la intensa participación del FBI y el juicio de marras.