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Críticas

'Venom: Habrá matanza': la extraña pareja

Si 'Venom' era un sombrío relato de terror corporal matizado por la interpretación deliberadamente cómica de Tom Hardy, esta segunda entrega es prácticamente una comedia romántica trufada de ‘slapstick’

Fotograma de ’Venom: Habrá matanza’.

'Venom: Habrá matanza' **

Dirección Andy Serkis

Intérpretes Tom Hardy, Woody Harrelson, Michelle Williams, Naomi Harris

Estreno 15 de octubre de 2021


Hay un aspecto en el que ‘Venom: Habrá matanza’ es justo como ‘Venom’ (2018): en ambas películas, las escenas de acción son del todo incomprensibles. Por lo demás, eso sí, hay varias diferencias entre ellas. De entrada, si la primera era un sombrío relato de terror corporal matizado por la interpretación deliberadamente cómica de su protagonista, Tom Hardy, la segunda es prácticamente una comedia romántica trufada de ‘slapstick’ sobre un arrogante periodista y el voraz parásito alienígena que ha invadido su cuerpo. 

Buena parte de su metraje, en efecto, contempla cómo Eddie Brock (Hardy) y Venom (también Hardy) discuten como si fueran un matrimonio sobre sus respectivos hábitos -el alien quiere salir a devorar humanos, el reportero no quiere que lo haga- y hasta se plantean la ruptura. Algunos de sus rifirrafes son divertidos, pero no tardan en hacerse repetitivos. En cualquier caso, llegado el momento el director Andy Serkis comprende que en última instancia debe contar una historia de superhéroes a pesar de su evidente falta de interés en hacerlo.

A ese respecto, ahí va otra diferencia: si ‘Venom’ se esforzaba -sin éxito- por orquestar numerosas subtramas, ‘Habrá matanza’ luce orgullosa su simpleza argumental y su desatención a asuntos como la coherencia narrativa y la razón misma de ser de alguno de sus personajes. En realidad, varias cuestiones fundamentales acerca de la historia no llegan a ser respondidas. La película no tiene ningún interés en ellas.

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