Alexandre Dumas, el autor de 'Los tres mosqueteros' y 'El conde de Montecristo', escribió un monumental tratado gastronómico, 'Le Grand Dictionnaire de Cuisine' (1874). En uno de sus pasajes se refiere al príncipe Stanislas Leszczynsky, quien "se detuvo en una posada de Châlons, donde le fue servida una sopa tan delicada, que no quiso continuar su camino sin haber aprendido a prepararla". Era sopa de cebolla. Siglo XVIII.

En el mismo diccionario, Dumas dice que la soup à l’oignon "es muy querida de los cazadores y venerada por los borrachos". La afirmación se fundamenta en que los noctámbulos iban al mercado parisino de Les Halles a sorber una sopa de cebolla muy caliente. El restaurante Au Pied de Cochon conserva esta tradición

Para seis personas.

Poner las cebollas, cortadas en juliana muy fina, en una cacerola con mantequilla. Rehogarlas lentamente. Después, agregar dos cucharadas de harina y remover hasta que se tueste. Verter un caldo de ave y cocer 6 minutos.

Colocarla en recipientes individuales con tres rebanadas de pan, tostadas y muy finas, y, sobre ellas, queso Gruyère en láminas o rallado. Gratinar y servir