En los países nórdicos, donde la nieve borra el rastro de los caminos y el sol se apaga pronto, los niños aprenden en el colegio las principales técnicas de orientación. Para ellos, encontrar el rumbo es una asignatura. En España, por contra, la orientación es un deporte. Lo es desde 2003, cuando se configuró la Federación Española de Orientación (FEDO) y comenzó a popularizar una disciplina que, hasta entonces, se limitaba prácticas militares.

El deporte de Orientación es, en la práctica, una carrera individual y cronometrada en la que el participante ha de completar un recorrido determinado. Esa ruta viene marcada en un mapa mudo, en el que sólo vienen señalados la línea de salida, los puntos intermedios por los que se ha de pasar obligatoriamente y la línea de meta. Este mapa, al que sólo se tiene acceso justo antes del inicio de la carrera, se ubica un triángulo (salida), círculos (balizas) y dos círculos concéntricos (meta). Para cubrir todo el trayecto, el deportista sólo cuenta con su intuición y una brújula. Nada más.

El deporte de Orientación puede practicarse en cualquier escenario, ya sea rural o urbano. Sin embargo, las pruebas oficiales suelen celebrarse los domingos por la mañana, siempre a las 10.00 horas, en entornos naturales.

Al ser individual, se estructura en niveles de dificultad según la edad y los niveles de los practicantes. Hay rutas más sencillas para los más jóvenes o los más mayores, y de mayor dificultad para el grupo llamado «élite», entre 22 y 35 años. Además, existen hasta cinco niveles. En cuanto a la distancia a recorrer, los tramos van desde los 2 kilómetros en las pruebas más accesibles hasta los 15 kilómetros en las más duras. En ellas, al estilo de una contrarreloj ciclista, los deportistas salen de uno en uno desde la línea de salida, separados por un lapso de tiempo, en busca de completar el recorrido en el menor tiempo posible.

La federación de la Comunitat Valenciana, una de las más potentes en el panorama nacional, cuenta con 14 clubes que participan en la liga nacional, la autonómica y la escolar (para los más pequeños). Las tres se inician en enero y finalizan en diciembre.

Además, para los que están interesados en probar una primera experiencia se habilita una categoría llamada «Open». Para formar parte de ella sólo hay que abonar el coste de la inscripción y 2 euros por la licencia. La licencia anual tiene un coste de 57 euros.

La próxima prueba autonómica será en el municipio de Santa Pola, el próximo 14 de septiembre. En cada carrera nacional pueden reunirse entre 1.000 y 1.500 personas. En las autonómicas, con Murcia y Albacete, la cifra es de unos 500 participantes.1. Los elementos

Además del mapa y la brújula, la federación valenciana recomienda utilizar una vestimenta con, por lo menos, una camiseta deportiva y pantalón largo, aunque es recomendable un traje de orientación en nylon transpirable, tanto la camiseta como el pantalón. También unos calcetines y zapatillas con clavos o tacos ligeros. Una prenda impermeable y prendas de recambio en caso de lluvia. También se aconsejan las polainas con el fin de proteger las piernas de arañazos y pinchos. Es conveniente una funda para el mapa (el organizador de la prueba suele facilitar), y una funda para la tarjeta de control. Los orientadores avanzados suelen llevar consigo un cronómetro capaz de marcar los parciales.

2. Contacto con la naturaleza

El deporte de Orientación puede desarrollarse en cualquier espacio, desde el patio de un colegio hasta el monte, pasando por áreas urbanas. No obstante, lo habitual es que las pruebas oficiales se celebren en un entorno rural, lo que permite el contacto directo con la naturaleza. A parte del deporte de competición, también puede ser entendida como una faceta lúdica y recreativa, que mejora la calidad de vida y la condición física. Desde la federación valenciana se señala que uno de los escenarios más atractivos para este tipo de carreras es el de las dunas de Guardamar. Sin embargo, se trata de un espacio protegido, por lo que la Generalitat limita el uso de este tipo de zonas naturales.

3. Deporte en familia

El deporte de Orientación permite que familias enteras puedan practicar el mismo deporte en un mismo espacio con un nivel de dificultad distinto para cada uno de sus integrantes. Las distintas rutas según las edades y los niveles, se adecúan a las características de cada deportista. Según los expertos, la Orientación reporta numerosos beneficios a los más pequeños. De hecho, el presidente de la federación valenciana, Santiago del Moral, resalta que los niños capaces de orientarse ganan en «capacidad de decisión y en seguridad». Existe una liga escolar en la que compiten niños de toda la Comunitat Valenciana.

Presencia en los centros educativos

Desde la Federación de Deporte de Orientación de la Comunitat Valenciana se señala que se está trabajando con centros educativos para que los niños puedan practicar la orientación en las aulas y aprendan las principales técnicas. El programa está subvencionado por la Generalitat.