Torralba del Pinar forma parte de la comarca castellonense del Alto Mijares, en la Sierra de Espadán. Posee una superficie de 21,19 km2, y es vecina de los municipios de Montán, Cirat y Fuentes de Ayódar al Norte; Ayódar al Este; Villamalur al Sur; y Pavías e Higueras al Oeste. El núcleo urbano está situado a 722 m.s.n.m., en el extremo nororiental del cerro del Pinar, y en la margen derecha de la rambla del Catalán, que es un afluente del río Mijares. La única vía de acceso a esta población es la carretera CV-203, que recorre el término de oeste a este, que une Ayódar con Caudiel. El topónimo Torralba es de origen latino y se compone de turris (torre), más la raíz alba (colonia fortificada o castillo), de origen prerromano, lo que sugiere que en origen fuera una torre romana de vigilancia. La tradición oral indica que para construir el campanario de la iglesia se desmontaron los sillares de una antigua torre ubicada en la parte más elevada del pueblo, en un lugar que mantiene el topónimo de La Torre.

El relieve es muy irregular; está bajo el dominio de la cordillera ibérica, concretamente la vertiente septentrional de la sierra de Espadán, que desciende hacia el valle del Mijares. Esta sierra es un anticlinal que presenta una acusada tectonización, con diversas fracturas y fallas como elementos dominantes. Está formada principalmente por areniscas rojizas del Bundsanstein, en facies germánica (Triásico inferior), que aparecen en el eje de la sierra, y calizas del Muschelkalk, en sus inmediaciones. También presenta afloramientos de pizarras paleozoicas, en los lugares de máxima deformación tectónica. Las principales elevaciones son las del pico del Pinar (1.102 m), Alto de la Santa (1.062 m), la Montalbana (989 m), el Coll de Lucena (954 m) y Benatar (951 m). La altitud y cierta continentalidad condicionan el clima, relativamente frío en invierno, con temperaturas medias de 6°C en enero y un verano fresco, con 23°C en julio. Las precipitaciones tienen una media anual de 550 mm, aunque presenta una gran irregularidad interanual.

Los yacimientos arqueológicos del Alto de San Cristóbal y de Macasta, así como la mina de hierro explotada en las Cimillas, atestiguan la existencia de varios poblados iberos en este territorio. El topónimo Villahaleva (también llamado Vialeba, Vilahaleva, Vialeva o Villafaleva) señala que en esa partida existió una casa de campo romana, donde posteriormente se edificó un poblado y una fortaleza musulmana en época medieval. El primer documento que cita a la antigua población de Villahaleva, lo firma el rey almohade Zeit Abú Zeit en 1236, cuando cedió sus territorios a Jaume I y se convirtió al cristianismo. En el siglo XVI Torralba pertenecía a la baronía de D. Vicente Milán de Aragón. Pese a la cristianización de sus señores con la conquista del siglo XIII, conservó su población morisca hasta su expulsión en 1609.

Torralba del Pinar

Despoblación, economía tradicional y qanats

En Torralba del Pinar viven en la actualidad 69 habitantes. La densidad de la población es de sólo 2,55 hab/km2, lo que refleja un vacío poblacional. El envejecimiento de la población es otro rasgo, ya que la mayor parte de los habitantes están en edad de jubilación. Durante los siglos XVIII y XIX tuvo un crecimiento relativo, pero la constante emigración durante el siglo XX, a lugares con mayores oportunidades laborables ha invertido esta situación. En 1900 había 295 habitantes, que descendieron a 245 en 1930, 161 en 1960 y a 81 en el 2001. Durante los últimos años se mantiene un frágil equilibrio.

Las dificultades orográficas y climáticas, y la escasez de caudales superficiales y subterráneos, han dado lugar a una superficie cultivada reducida. La agricultura es de secano principalmente. Se cultivan 41 hectáreas, de las cuales 32 son de secano y sólo 9 de regadío. Por cultivos hay 21 hectáreas sembradas de trigo (13 ha en secano y 8 en regadío), 9 de cerezos y 6 de olivos. Los campos están abancalados, basados en una arquitectura de piedra en seco. El principal sistema de regadío tradicional proviene de la Mina Nueva de la Huerta Vieja. Es una galería de captación de agua de más de un centenar de metros de longitud, que posee una lumbrera a mitad de su recorrido. En su cabeza dispone de varias bifurcaciones, con tres nacimientos diferentes. La acequia que surge de este minado abastece a la Balsa de la Huerta Vieja, la Fuente de Santa Bárbara y al abrevadero y lavadero adyacente. Estos elementos se sitúan juntos, en el área recreativa ubicada al norte de población. El abastecimiento de agua potable hasta los años 80 del siglo XX se efectuaba mediante la Fuen Cerezo, localizada unos 300 m al sur del núcleo urbano. Esta galería es un qanat de 111 m de longitud, con dos lumbreras o respiraderos, cuya construcción finalizó en 1947.

El patrimonio del pueblo y su entorno

El casco urbano de Torralba del Pinar mantiene características de las poblaciones medievales de origen musulmán. Parte de las murallas que rodeaban el poblado fueron demolidas, aunque permanecen restos de las mismas. Como señalaba a finales del siglo XIX Bernardo Mundina (1873) Torralba se caracterizaba por sus calles tortuosas, estrechas y en pendiente, como tantos pueblos de la sierra de Espadán. El núcleo histórico ha sido declarado Bien de Relevancia Local (BRL), al igual que la Iglesia Parroquial de la Transfiguración. Este templo finalizó su construcción en 1751, aunque fue reformado en el siglo XIX. Posee una única nave, con capillas laterales y dispone de tres crujías sin crucero. En su fachada se sitúa un reloj solar.

Los escasos restos que permanecen del Castillo de Villahaleva se ubican en la cima de un cerro localizado entre las poblaciones de Torraba del Pinar y Villamalur. Es de origen musulmán, ya que se edificó probablemente entre los siglos X y XII. Perteneció a Zeit Abú Zeit y su función estratégica era la vigilancia de los caminos entre Villamalur y el valle del Mijares. Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). La Ermita de Santa Bárbara está situada unos 300 m al norte de la población. Se accede desde la CV-203 en dirección Pavías, y se sitúa en la intersección del antiguo camino de Cirat y de Montán. Pudo erigirse sobre una antigua mezquita musulmana y fue reformada en 1904. Es una edificación de planta rectangular y una única nave, y presenta un atrio con dos arcos de medio punto y un arco peraltado. Está construida de mampostería y reforzada con algunos sillares. Posee una cubierta a dos aguas. Fue declarada Bien de Relevancia Local (BRL).

El patrimonio paisajístico

Los valores ambientales y paisajísticos que posee Torralba del Pinar se ven reflejados en las numerosas figuras de protección medioambiental que posee. Forma parte del Parque Natural de la Sierra de Espadán, que fue declarado en 1998. Posee extensiones boscosas de alcornoques (Quercus suber), pinos rodenos (Pinus pinaster) y encinas (Quercus ilex). En menor cantidad también se hallan algunas especies protegidas como el tejo (Taxus baccata) o el acebo (Ilex aquifolium). La fauna es abundante, integrada por jabalíes, ginetas, zorros y tejones, además de varias especies de murciélagos en peligro de extinción. También forma parte del Lugar de Interés Comunitario (LIC) y de la Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Sierra de Espadán, debido a su singularidad geológica. Así mismo, se integra en la Zona de Especial Conservación de las Aves (ZEPA) de la Sierra de Espadán, pues alberga diversas rapaces como el águila perdicera, el águila calzada, el azor, el águila culebrera y el búho real. Torralba posee la Microrreserva de Flora de El Tajar, con una superficie de 8,6 Ha, en un bosque comunal donde antiguamente se elaboraba carbón. La ruta senderista más destacada es el GR-36, que discurre por la Sierra de Espadán, y permite observar diversos paisajes de interés en el término como el Alto del Piar, los Morrones de Gil, la Fuente de Santa Bárbara o el Mirador del Romeral.