El municipio castellonense de Toga pertenece a la comarca del Alto Mijares, en su sector suroriental. Posee una extensión de 13,52 km2 y limita al Norte con Ludiente, al Este con Argelita y Vallat, al Sur con Espadilla y al Oeste con Torrechiva, todos ellos municipios rurales. Toga es un municipio ribereño del río Mijares, el riu Millars, situado en una de sus estrechas vegas. Las principales elevaciones se sitúan al norte del río Mijares, en la margen izquierda, y son las de Solana de Ludiente (827 m), el Pico de Almayud (812 m) y El Collado (762 m). El núcleo urbano se halla a 289 m.s.n.m., en la margen derecha del río Mijares. Aguas abajo, en el extremo oriental del término, encontramos el río Villahermosa, límite natural con el término de Argelita, en las proximidades de su desembocadura en el propio Mijares. Se accede a Toga mediante la carretera CV-20 que transcurre por el corredor natural del Mijares, desde Castellón de la Plana a Puebla de Arenoso, en dirección a la provincia de Teruel.

El entorno territorial de Toga es abrupto, su orografía es accidentada, y forma parte de las estribaciones meridionales del Sistema Ibérico. El río Mijares se adentra en su término por su sector meridional, en dirección NO-SE, es decir, manteniendo la directriz ibérica. Penetra por la partida de Los Tajos, en el encajamiento que forma la Pila de la Zorra y los Morones. Al sur de dicho cauce fluvial encontramos el cerro de la Pila de la Zorra (769 m), que es uno de los contrafuertes de la Sierra de Espadán. A continuación, el valle se ensancha y forma una vega que facilitó la existencia de algunas huertas en las inmediaciones de la población. Al norte del río Mijares se sitúan las elevaciones de la Sierra de Cabezo, que forman parte de las estribaciones meridionales del macizo del Penyagolosa. El clima es mediterráneo y las temperaturas medias oscilan entre los 9°C del mes de enero y los 24°C de julio y agosto. La precipitación media anual se sitúa en torno a los 500 mm anuales, aunque la irregularidad interanual es muy acusada.

Apuntes históricos y despoblación

Los primeros vestigios de poblamiento humano son de la Edad del Bronce, con los poblados de los Morrones y del Romeral. En el Castillet también se han localizado restos ibéricos y en ese lugar se asentó también el Castillo de Ganalur. El origen de Toga es incierto, aunque lo que parece confirmado es que en el periodo de dominación islámica existió una alquería musulmana. Perteneció a Zeit Abu Zeit, que fue el último rey almohade de Valencia. D. Pere Carroz de Vilaragut fue el primer señor de la baronía de Toga a comienzos del siglo XV. Siguió estando habitada por moriscos hasta la expulsión en 1609, cuando poseía 170 casas. En 1646 se redujeron a sólo 50. No obstante, a finales del siglo XVIII Toga alcanzó su máxima población, con 500 habitantes en 1794. Desde entonces ha habido un retroceso demográfico continuo. En 1857 había 382 habitantes y 338 en 1910. Siguió su descenso, con 225 habitantes en 1960, 117 en 1981 y 80 en 2001. En el siglo XX la causa principal de esta pérdida poblacional ha sido la emigración en busca de mejores condiciones laborales, debido a la escasa rentabilidad de las producciones agrícolas. Durante el siglo XXI la población de Toga se mantiene en cifras por debajo de los 150 vecinos, y a pesar del retorno de algunos jubilados, sigue predominando la reducción de residentes: 140 en 2012, 100 en 2019. La densidad de población actualmente es de 7,39 hab/km2.

Toga: agricultura, agua y fuentes

El principal recurso económico es la agricultura, en franca regresión. Además del envejecimiento de la población, el terreno montañoso y de notables pendientes impone unas claras limitaciones orográficas. Cavanilles, en sus Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia, pubicadas en 1797 ya indicó que Toga posee «… un término fragoso, y por la mayor parte incapaz de cultivo”. Predominan los cultivos de secano, mediante abancalamientos en ladera, que progresivamente se han ido abandonando. El regadío se circunscribe a las terrazas del río Mijares, en el entorno del núcleo urbano. En la actualidad se cultivan unas 76 hectáreas, de las cuales 48 Ha son de secano y 28 Ha de regadío. Entre las producciones de secano destaca el algarrobo con 39 Ha, mientras que los olivos y los almendros apenas 5 Ha cada uno. En los regadíos, los cítricos aglutinan 23 Ha. El Azud de la Acequia Madre de Toga se sitúa en el extremo occidental del término, en el río Mijares. Deriva el agua por la margen derecha y bonifica las parcelas de regadío de El Azud, El Ejido y Huerta de San Juan.

La Fuente Caliente es un manantial de aguas con calidad minero-medicinales, calificadas como bicarbonatadas cálcico-magnésicas. Está situada en la margen izquierda del Mijares y fue restaurada en 1993. En las inmediaciones de la fuente hallamos un lavadero y una balsa. Cavanilles ya la cita y Bernardo Mundina señala en su “Historia, Geografía y Estadística de la provincia de Castellón” (1783) que “… tiene buenas fuentes para el servicio de los vecinos, y una celebrada en toda la península por sus cualidades medicinales, que hacen prodigios en las enfermedades del bajo vientre y estómago. Esta fuente llamada Caliente por los habitantes de Toga, nace en la parte N del lugar a 2 kilómetros de distancia: sus aguas son cristalinas, no tienen olor ni sabor, cuece las legumbres, disuelve el jabón, no deja depósito por donde pasa; su temperatura es fría a pesar de llamarse caliente, y es abundante su manantial; se toma bebida y en baños”.

Toga, el pueblo ribereño del Mijares

El patrimonio arquitectónico y paisajístico

Toga conserva la trama urbana característica del poblamiento musulmán, con un núcleo de reducidas dimensiones, calles estrechas y empinadas. Del recinto amurallado que rodea el perímetro edificado se conservan algunos restos, como el portal del siglo XVI, con una capilla dedicada a San Antonio. Ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC), lo mismo que el Castillo-Palacio ubicado en la parte baja de la población, junto al río Mijares. En 1238 lo reconquistó el rey almohade Zeit Abu Zeit. En la actualidad quedan vestigios de su arquitectura defensiva. Es de planta irregular y en un primer momento se utilizaba como una obra militar y estratégica, y posteriormente se convirtió en un castillo-palacio señorial.

La Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción data del siglo XVII, aunque se amplió con posterioridad y se integra en el casco urbano. Dispone de una única nave y su estilo es corintio. Se ha declarado Bien de Relevancia Local (BRL). La ermita de San Juan y Santa Bárbara se localiza unos 500 m al sureste de la población, en la margen derecha del río Mijares. Se construyó en el siglo XVII y se encuentra en su mayor parte en ruinas.

Los elevados valores ambientales de Toga repercuten en la existencia de varias figuras de protección. Destacan el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Curs Alt del riu Millars” debido a la calidad y diversidad de los hábitats ribereños y de los espacios forestales, en un área muy montañosa. El río Mijares dispone de varias piscinas naturales, pozas, y zonas de baño, en un entorno de contrastados valores naturales. Además, se integra en la Zona de Especial Conservación para las Aves (ZEPA) “Serra d’Espadà”, que posee una especial importancia para la conservación de las rapaces rupícolas. El senderismo es una actividad destacada en esta localidad, puesto que existen varias rutas que permiten el acceso a los magníficos parajes del término. La Senda Local del Barranco de Vasall -SL-CV-70-, con el recorrido Toga-Pilón-Espadilla-Pilón de Torrechiva; la Senda de los Morrones y subida al vértice geodésico de la Cueva Negra, que se adentra en el vecino municipio de Torrechiva; y la Ruta Argelita-Toga-Argelita, que une ambos municipios.