Casas Altas se localiza en el sector meridional de la comarca del Rincón de Ademuz, enclave valenciano situado entre Aragón y Castilla La Mancha. Posee una superficie de 15,9 km2. Limita con Ademuz al Norte y al Este; Casas Bajas y el municipio conquense de Santa Cruz de Moya al Sur; y Vallanca al Oeste. El casco urbano está ubicado a 715 m.s.n.m., en la margen derecha del río Turia, sobre una loma perpendicular al cauce del río. Originalmente se denominó Casas del Río Altas, topónimo que se refiere a su emplazamiento aguas arriba del municipio de Casas Bajas. Casas Altas fue aldea de Ademuz hasta 1845, año en que consiguió su emancipación administrativa.

El Turia y los relieves colindantes

El relieve es similar al resto de la comarca, dominado por las pendientes de las montañas y el valle del Turia, que forma vegas a lo largo de su curso. Se encuentra en el dominio montañoso del Sistema Ibérico, al situarse en las estribaciones surorientales de los Montes Universales. En la parte occidental del término se encuentra el altiplano de El Pinar, con altitudes que rebasan los 1000 m y que contrastan con la vega del Turia. Los materiales predominantes son jurásicos y cretácicos. El sector central está ocupado por el río Turia, ubicado en la fosa tectónica de Alfambra-Teruel. El río discurre siguiendo un trazado meandrizante y una fértil vega formada por sedimentos cuaternarios. La parte oriental del término se halla en las estribaciones de la sierra de Javalambre, donde predominan de nuevo las calizas jurásicas. El ascenso desde la vega es más suave que en sector occidental, y es un área quebrada compuesta por depósitos terciarios, margas, arcillas y conglomerados. Las zonas más elevadas corresponden a las estribaciones de la sierra de Tortajada, donde afloran las calizas. Las principales altitudes son el Collado de las Pedregüelas (1388 m), la Cueva Seca (1340 m), la Cruz de las Almas (1303 m), El Peñasco (1268 m) y el Puntal del Peloto (1264 m).

La despoblación, seña del territorio

Los primeros vestigios de poblamiento se encuentran en el poblado ibérico de la Cueva, que es un espacio de Protección Arqueológica, que ha sido declarado Bien de Relevancia Local (BRL). Casas Altas experimentó un gran crecimiento durante los siglos XVIII y XIX, lo que posibilitó su segregación de Ademuz. El máximo poblacional se alcanzó durante el primer tercio del siglo XX, ya que en 1930 contaba con 775 habitantes. A partir de ahí, comenzó a tener una constante emigración hacia Cataluña y Valencia capital. En 1960 había 479 habitantes y en 1981 se redujo hasta 202. La pérdida poblacional se ha mantenido y, en la última década, se ha pasado de los 180 habitantes de 2010 a 131 en 2019. La densidad poblacional es de 8,21 hab/km2. El proceso de envejecimiento es, en consecuencia, continuo e imparable.

Casas Altas: Balcón sobre el Turia

Una economía tradicional, basada en la agricultura

La economía de Casas Altas se ha basado en la agricultura, aunque en épocas pretéritas han tenido importancia otras actividades como las maderadas que se transportaban por el Turia, o las canteras de yeso situadas en el Barranco de los Hoyos. El yeso extraído y cocido en los hornos se utilizaba para la construcción de viviendas. También había minas de carbón en las partidas de la Umbría Negra y La Balsa, que en su interior aún conservan los vagones y raíles. En la actualidad la agricultura es la base de la economía, en particular de secano. Se cultivan unas 334 Ha, de las cuales sólo 40 son de regadío. Entre los cultivos de secano destaca el almendro, con 261 Ha. Los regadíos se circunscriben a la vega del río Turia, y sus producciones principales son los manzanos (15 Ha) y la alfalfa (6 Ha), como cultivo forrajero.

Un patrimonio hidráulico de interés

Las huertas tienen parcelas de morfología alargada, adaptadas a las sinuosidades del Turia. Están abastecidas por varias acequias. La de Tablado-Arenales nace de una compuerta en el término de Ademuz y deriva por la margen izquierda del Turia. Finalizaba a la altura del desaparecido azud de la Fresnera, pero actualmente se ha prolongado para dar servicio a la acequia de la Fresnera, que llega hasta Casas Bajas y desagua en la acequia de la Umbría Negra. La acequia de la Serna se inicia en término de Ademuz, por la margen derecha del río Bohilgues y alumbra las terrazas de este cauce y del río Turia por la orilla derecha. En el núcleo urbano daba servicio al Molino de Casas Altas o de Villaescusa y a los lavaderos de la Fuente Plaza y de la Fuente de la Poza. Finalizaba en Casas Bajas, vertiendo sus sobrantes a la acequia del Molino. El último sistema de regadío que se inicia en el término nace del azud de Casas Altas, ubicado a unos 300 m del límite con Casas Bajas. De esta presa se deriva la acequia del Molino, por la orilla derecha, y la acequia de la Umbría Negra por la izquierda, para el riego de terrenos ubicados principalmente en Casas Bajas. Constituye la continuación de la acequia Tablado-Arenales. Tanto el Molino de Casas Altas o de Villaescusa, como el acueducto de la acequia de Fuente Pedrajas han sido declarados Bienes de Relevancia Local (BRL).

El patrimonio cultural y natural, recursos de interés

El núcleo urbano de Casas Altas se extiende por promontorio situado entre el río y el barranco de la Peñarroya. El asentamiento originario se localiza junto a un vado en el río, en lo que posteriormente fue un puente sobre el Turia, desde el cual el poblamiento se expandió hacia el oeste, con calles estrechas y abigarradas. Desde la plaza de la iglesia el crecimiento urbano se realizó por la falda de El Pinar, con un trazado de calles perpendiculares a la pendiente y placetas que se originan por la urbanización de las antiguas eras. El conjunto del núcleo histórico tradicional fue declarado Bien de Relevancia Local (BRL), al igual que la Iglesia parroquial de la Santísima Trinidad. Su edificación primitiva data de 1615, y estaba formada por una planta rectangular y bóveda de cañón. Fue ampliada en el siglo XVIII, con otra nave cuadrada y una nueva sacristía. Posee un estilo neoclásico y su campanario de dos cuerpos se edificó en el siglo XIX.

Los valores ambientales y paisajísticos de Casas Altas se observan en las diversas figuras de protección medioambiental existentes en su término municipal. Alberga el Paraje Natural Municipal de Fuente Bellido, en la margen izquierda del río Turia. Ocupa unas 1.000 Ha y se caracteriza por la existencia de numerosas fuentes y manantiales, y una abundante fauna, como son ejemplares de corzos, ciervos, gatos monteses y ginetas. Las formaciones arbóreas predominantes son el pino carrasco (Pinus halepensis), el pino laricio (Pinus nigra), la carrasca (Quercus rotundifolia) y el enebro (Juniperus Oxycedrus).

Casas Altas forma parte de los Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Puebla de San Miguel y de Rius del Racó d’Ademús. En el primero destacan los pinares oromediterráneos (Sabino-Pinetum sylvestris) y las sabinas albares (Juniperus Thurifera) y en el segundo los bosques ribereños. Se integra asimismo en la ZEPA Hontanar-La Ferriza, de especial importancia por la alondra ricotí (Chersophilus duponti), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el búho real (Bubo bubo), la culebrera europea (Circaetus gallicus) y la aguililla calzada (Hieraaetus pennatus).

El visitante puede recorrer parte del término municipal mediante las rutas de senderismo. El PR-V 131.5, denominada Ruta del Turia o Ruta Histórica de la Madera, une las diversas poblaciones del Rincón de Ademuz en el cauce del Turia. La Ruta del Bohilgues y del Val (PR-V 131.6) une Vallanca con Casas Altas, tras pasar por Ademuz y Val de la Sabina. El PR-V 131.8 es la Ruta del Alto de las Barracas, que une Casas Bajas con Mas del Olmo, pasando por Sesga, Puebla de San Miguel y el Cerro Calderón. Además, cuenta con el Itinerario Municipal “Senda de la Fuente del Hontanar”. En Casas Altas existen numerosos elementos patrimoniales basados en la arquitectura de la piedra en seco, como son las denominadas localmente como barracas, utilizadas para guardar el ganado o como refugio en las tormentas, o los muros que delimitan las terrazas de cultivo. La barraca más conocida es la de las Picadoras, al disponer de un régimen especial de protección.