Como casi siempre en estos casos, fue la tradición oral la que ha devuelto a la vida un conjunto de infraestructuras bélicas en Alcublas que pronto serán visitables. No hay constancia de que ningún alcublano estuviera allí destinado, en las dos trincheras, el refugio y el nido de ametralladora que se ha excavado gracias a las subvenciones por la Memoria Histórica de la Diputación de València para rescatar del olvido estos enclaves. El director de la excavación y puesta en valor de las trincheras de la Sabuquera, Quique Estevens, lleva dos años acometiendo las fases del proyecto: la excavación de las trincheras y la reconstrucción del nido de ametralladoras y el refugio, para lo que han recurrido a Ivana, una especialista en piedra seca. Entre esta semana y la que viene se instalarán los techos de madera que en su origen fueron construidos para la entrada al refugio y para cubrir la ametralladora rusa Maxim M1910, que fue instalada para defender la línea intermedia.

«Nunca fue usada, el bando franquista nunca llegó hasta aquí. De hecho, no hemos encontrado más que un par de latas de comida, pero ni siquiera cubiertos, que suele ser algo recurrente allí donde hubo soldados», explica Estevens, lo que lleva a pensar que los militares allí destinados se replegaron ordenadamente.

Toda la construcción fue tapiada cuando la abandonaron. Se hizo a propósito, como señala Estevens, a juzgar por las piedras utilizadas para sellar el refugio, de gran tamaño. «Son construcciones muy toscas, se adaptan a terreno y son para poco tiempo, por lo que no utilizan ni hormigón. Excavan directamente en el terreno y utilizan elementos volátiles, como troncos de madera y piedras del terreno. Ni siquiera las paredes y suelos son lisos», explica el arqueólogo. Esta construcción fue un centro de resistencia, una técnica bélica por la que se construían muchos núcleos cerca y en caso de ataque, se puede tomar una trinchera, pero el enemigo tiene que hacerse también con todas las demás, por lo que complica la conquista del terreno. En este caso, además, las trincheras tienen forma de «S» para evitar el la dispersión de la metralla de las bombas. Pronto podrán ser visitables, y se podrá acceder al interior del refugio y nido de ametralladoras.