Pasear hoy por la llamada «Ruta dels Horts» de Picanya es sumergirse en un itinerario tranquilo y agradable que combina patrimonio, historia y paisaje. La zona, situada en el sector sur de la población, acoge casi una decena de fincas monumentales, conocidas técnicamente como «horts de tarongers», un tipo de propiedad surgida a finales del siglo XIX cuando familias burguesas de València compraron terrenos de secano y los transformaron en regadío, para plantar naranjos. Para ello, tuvieron que construir pozos y acequias, y propulsar el agua con motores a vapor y chimeneas. El atractivo es que junto a estas zonas de cultivo, elevaron bellos palacetes, chalets y casas, que envolvieron con jardines de estilo francés. Los ‘horts de tarongers’ han desaparecido en otros municipios pero Picanya aún alberga una buena representación de esta tipología.

Vista del edificio principal de l’Hort de Coll. | F. CALABUIG

Para acercar a la población a esta riqueza patrimonial, el Ayuntamiento de Picanya intervino hace dos años en el camino principal, de forma que predomina el espacio para bicicletas y peatones, mientras que la velocidad de los coches queda limirada a 20 kilómetros hora. Ello ha pacificado el itinerario, como reconoce el propietario de uno de los huertos, y ha generado una ruta ajardinara i arbolada que frecuentan a diario, en invierno y en verano, ciclistas y viandantes.

Uno de los edificios de l’Hort de Llop. | F. CALABUIG

El alcalde, Josep Almenar, destaca la importancia de estos ‘horts’ y el conjunto que conforman, no solo por la belleza arquitectónica o de sus jardines, sino porque forman parte de la historia reciente de España ya que, por ejemplo, dos de ellos (l’Hort d’ Albiñana, actualmente de San Rafael, y l ’Hort de Lis, o de Sant Vicent), albergaron sendas colonias escolares que situó en el área metropolitana de València el Gobierno de la República durante la guerra civil.

Un ciclista pasa por un tramo de la ruta junto a una arboleda. | F. CALABUIG

Hoy los ‘horts’ son espacios donde se celebran eventos, como fórmula para mantenerlos, como es el caso de l’Hort de Pla o Villa Delia, e incluso en uno de ellos hay una residencia, el antiguo Hort de Mina, junto al Hort de Llop, que mantiene su nombre original desde 1875 y que hoy gestionan los biznietos de los dueños. También el consistorio promueve actividades culturales en l’Hort de Montesinos o Villa Rosita, donde la semana próxima se celebra el prestigioso «Festival dels Horts», dirigido por el pianista Antonio Galera, que atraerá hasta sus dependencias a la escritora Elvira Lindo, para participar en dos de los espectáculos. L’Hort de Gamon o l’Hort de Coll son los otros tres restantes.

Retablo y banco de un ode los jardines de un ‘hort’. | F. CALABUIG