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Penyal d’Ifac: Un balcón con vistas sobre el Mediteráneo

Con 120.000 visitantes al año, el Penyal d’Ifac es el parque natural más visitado de la Comunitat Valenciana. Ocupa una superficie de 53,5 hectáreas, tiene más de 400 especies de flora y obliga a hacer una reserva previa para poder adentrarse en una ruta de dificultad alta, sobre todo a partir del túnel que fue construido hace ya 103 años.

Vista aérea de Calp, con las salinas en primer término y el imponente Penyal d’Ifach al fondo. | LEVANTE-EMV

El Penyal d’Ifac se alza a 332 metros de altura sobre el nivel del mar Mediterráneo, una gran roca que se une por un istmo a la costa y se convierte en un balcón con vistas al conjunto de la Marina Alta. En primer término las salinas de Calp, rodeadas eso sí, de un sinfín de rascacielos; a un lado la Serra Gelada, la Serra de Oltà, el Montgó y detrás la inmensidad de la paleta de colores que ofrece el Mediterráneo, con el Cap d’Or de Moraira y la bahía de Altea y Alfás del Pi al otro.

Llegar al Penyal es fácil. Hay que salir de la antigua autopista en la salida 63, dirección Calp, hay que cruzar Benissa y pronto veremos la imponente roca al fondo. Es la mejor guía para no perderse. No hace falta el GPS. Ya en el desvío de Calp comienzan las señales indicativas: Cogemos la avenida de la Diputación y la avenida de los Ejércitos Españoles, bordeando las Salinas donde si tenemos suerte podremos flamencos, y llegaremos por la calle Isla de Formentera directamente a los pies del peñón. Nunca perderemos su perfil. El coche podemos dejarlo en el parking habilitado o aparcar en los alrededores.

El Penyal d’Ifac, en una imagen tomada desde la playa de la Fossa. | C. L

La visita al Peñón obliga, eso sí, a realizar una reserva. La masificación que ha sufrido en los últimos tiempos así lo ha obligado: es el parque natural que más visitas recibe al año en la Comunitat, 120.000 personas llegaron hasta la gran roca en 2019. La reserva se hace de forma telemática a través de la web de la Generalitat y hay que descargar un PDF. Solo se puede reservar a diez días vista. No hay un policía que vigile quien lleva entrada o no, pero es mejor no arriesgarse bajo pena de una sanción administrativa.

El parque cuenta con un centro de atención a los visitantes, en horario de mañanas de lunes a domingo. En él podemos encontrar toda la información sobre los secretos que oculta este precioso parque natural que abarca una superficie de 53,5 hectáreas donde existen más de 400 especies de flora, fauna y una rica historia de los valencianos más antiguos en el yacimiento de la Pobla d’Ifac.

Un ejemplar de Silene d’Ifach que crece en el peñón. | LEVANTE-EMV

Subir al Penyal requiere calma, calzado de montaña, agua y llevar el teléfono móvil cargado. Solo hay una ruta, la conocida como ‘Ruta Roja’. Tiene 2 kilómetros y 90 minutos de duración. Presenta un primer tramo de dificultad baja, pero que cambia a peligrosa a partir del túnel, que fue construido hace más de 103 años por los primeros propietarios que tuvo el paraje. De hecho, desde el parque recomiendan que desde este punto no accedan menores de 18 años.

Hay ocho puntos de interés a lo largo de estos dos kilómetros: el Mirador de Poniente, los Restos del Poblado Ibérico, los pinos tumbados, el área de descanso, el Mirador del Botánico Cavanilles, el túnel, la bifurcación (que permite desviarse para ir al mirador de los Carabineros o seguir hasta la cima) y finalmente la cima del Peñón.

Perfil de la costa de la Marina Alta desde Benissa hasta Calp. | LEVANTE-EMV

Entre estos puntos de interés, es obligatoria la parada en el Poblado Ibérico para conocer un poco la historia de los primeros vecinos de Calp, allá por los siglos IV-III a.d.C. A lo largo del camino se manifiesta la riqueza floral, con especies como el lentisco, aladierno, lavanda y pino carrasco. Esta última es la especie que en la siguiente parada toma formas caprichosas por el efecto bandera del viento de levante. En el área de descanso, podremos ver algunas de las aves que habitan el Penyal: la curruca cabecinegra, el colirrojo tizón, el verdecillo, y la gaviota patiamarilla, que a veces puede ser hasta molesta en el recorrido, ya que es la auténtica ama y señora de la roca.

penyal d’ifac Un balcón con vistas POR carlos lópez calp

El espacio dedicado al Botánico Cavanilles, cuenta entre otras con una microrreserva de flora, allí se encuentran especies como la silene d’Ifac, que solo crece en el peñón y algunos puntos del entorno del Cap de Sant Antoni y las islas de Xàbia. El siguiente punto es el túnel, que permite acceder al otro lado de la montaña. Tiene 50 metros de largo y a su salida hay una plataforma que ofrece una amplia panorámica hacia levante. Ya en la cima, la recompensa son unas impresionantes vistas a 360 grados. Con permiso de Benidorm y su balcón al Mediterráneo, las vistas que ofrece el Penyal d’Ifac lo superan con creces.

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