La Comunitat Valenciana es desde hace décadas un destino de primer nivel y muy valorado por millones de visitantes nacionales e internacionales. Bañadas por las aguas del Mediterráneo y con una climatología privilegiada durante todos los meses del año, las provincias de Valencia, Castellón y Alicante cuentan con un infinito abanico de atractivos para disfrutar de estancias vacacionales para todos los gustos y para descubrir nuevas localidades repletas de encanto y ‘alma’.
La carta de alicientes de la Comunitat está encabezada por las espectaculares playas de fina arena, calas agrestes de aguas cristalinas y rincones vírgenes en los que perderse. Y a ello se suma la belleza de un ingente patrimonio histórico, artístico y cultural, un legado que refleja el paso del tiempo de las tres provincias y la relevancia de esta tierra a lo largo de los siglos. Y no menos apreciada es la oferta gastronómica con productos del mar y de la huerta galardonados por su sabor y calidad en todo el mundo.
Tanto las poblaciones de costa como las de interior de cada provincia pueden presumir de conformar, en conjunto, un territorio privilegiado en el que vivir experiencias emocionantes. Entre ellas, sobresalen las prácticas deportivas, con infinitas posibilidades de aventura, buceo, náutica, ‘running’, trails, cicloturismo, BTT, ciclismo, golf, senderismo, turismo ecuestre, enoturismo, pescaturismo...
Si la naturaleza es nuestra pasión, la Comunitat dispone de una carta de actividades singulares como el astroturismo, ecoturismo, observación de aves, talleres de naturaleza, piscinas naturales y más de 20 parques naturales con paisajes diversos como islas, sierras litorales y humedales y un gran abanico de pueblos con personalidad, historia y cuya esencia permanecerá en el recuerdo del visitante.
La fuerza de Castelló
La provincia de Castelló representa el ‘maridaje’ perfecto entre el mar y la montaña. A lo largo de sus 120 kilómetros de litoral se dibujan algunas de las playas más reconocidas de la Comunitat, cuyas poblaciones también complementan su oferta turística con parques y parajes naturales, y rutas que invitan a la aventura y la desconexión.
Al norte, brillan con luz propia Vinaròs y Benicarló, que son un referente de la gastronomía, al igual que Peñíscola a nivel patrimonial, con su imponente Castillo del Papa Luna. Más al sur, encontramos Alcalà de Xivert-Alcossebre en pleno Parque Natural de la Serra d’Irta, rocosa y llena de acantilados y calas. Torreblanca y Cabanes siguen la línea de costa hasta Orpesa y Benicàssim, unidas por la Vía Verde, un precioso recorrido que se ‘eleva’ sobre el mar Mediterráneo.
Castelló de la Plana, capital de la provincia, marca, con sus amplias playas, el centro de la franja litoral, que continúa al sur con las poblaciones de Almassora, Burriana, Nules, Moncofa, Xilxes, la Llosa y Almenara. La provincia también es tierra de templarios y la Ruta del Temple une los castillos de Peñíscola, Santa Magdalena de Pulpis y Alcalà de Xivert.
Más de 26 kilómetros de camino que discurre por la Serra d’Irta y que combina la riqueza paisajística con el patrimonio de las fortalezas históricas de esta zona. De visita obligada son los parques del Prat de Cabanes-Torreblanca y els Estanys d’Almenara.
Valencia, un referente
Por su parte, Valencia es una tierra llena de contrastes. Mar y montaña, tranquilidad y fiesta, historia y modernidad, cultura y deporte aportan una propuesta turística diferenciada. No en vano, es uno de los lugares de referencia para el turismo mundial.
Sus hermosas playas dan paso a una tierra llena de luz. Bajo un clima envidiable se puede disfrutar de gran variedad de actividades en la costa o en la montaña cercana a ella, con parajes como L’Albufera, la Devesa del Saler o el parque natural de la Sierra Calderona.
Su línea de costa arranca en Canet de Berenguer y continúa hacia al sur con Sagunt, Puçol, El Puig, La Pobla de Farnals, Massamagrell, Massalfassar, Albuixech, Albalat dels Sorells, Foios, Meliana, Port Saplaya, València, El Perelló y Playas del Mareny (Sueca), Cullera, Tavernes de la Valldigna, Xeraco, Gandia, Daimús, Guardamar de la Safor, Bellreguard, Miramar, Piles y Oliva. Un litotal para disfrutar.
A nivel cultural, la provincia atesora un incalculable legado histórico. El arte y la cultura del Renacimiento, los castillos como el Palacio Ducal de Gandia o la remozada iglesia de San Nicolás de València son parada obligada, al igual que la Ciutet de las Arts i les Ciències , en contraste como propuesta de vanguardia. El centro histórico de la capital del Túria no tiene parangón, al igual que el patrimonio de Sagunt, donde queda patente la huella de civilizaciones pretéritas.
Alicante, costa ‘premium’
La provincia de Alicante es sinónimo de aguas cristalinas y calas paradisíacas. La Costa Blanca cuenta con una merecida fama gracias a sus playas, acantilados, bahías, puertos y sus de 200 kilómetros de litoral.
A esta línea de costa se une un paisaje variado, un clima ideal, una gastronomía genuinamente marinera y un completo patrimonio cultural. Al norte de la provincia, Dénia, declarada por la Unesco Ciudad Creativa de la Gastronomía, Xàbia, Benissa, Teulada -Moraira, Benitatxell, Calp, Altea, Albir, l’Alfàs del Pi, la Vila Joiosa, Finestrat y El Campello son localidades con gran prestigio turístico que se han convertido en emblemas de la Comunitat.
Estos destinos costeros gozan de una temperatura envidiable todo el año y, en verano, son perfectos para la práctica de actividades náuticas, relajarse junto al mar o disfrutar de unos días de descanso.
También sobresale Benidorm, el destino escogido por miles de visitantes que aprecian sus playas accesibles y una oferta turística única.
Y, por supuesto, Alicante, como capital de la provincia, que deslumbra con sus playas, sus monumentos, patrimonio y gastronomía. Al sur, Santa Pola, Tabarca, Elche, Guardamar del Segura, Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada son destinos de playa sobresalientes. Y mención especial merecen en el campo cultural Elche y Orihuela.
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