La Comunitat Valenciana es mucho más que turismo de sol y playa. El interior cuenta con una amplia y variada oferta de propuestas rurales que permanece disponible durante todas las estaciones del año. Sus zonas verdes y paisajes inolvidables dejan al visitante una huella imborrable.

Además, se trata de un turismo selectivo, sin masificaciones, lo que facilita a sus promotores cumplir con las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del covid-19, lo que hace que sea un destino seguro.

De esta forma, en cada rincón del interior se descubren auténticas joyas del patrimonio natural y cultural: llanuras costeras, suaves colinas, fantásticos testimonios de su historia, pueblos con encanto, el carácter del mediterráneo, la cocina de raíces...

Sin duda, en este entorno se siente una tierra extraordinaria, mágica, llena de contrastes y sorprendentemente montañosa. Asimismo, ofrece gran variedad de excursiones e itinerarios históricos en los que enamorarse de su rica cultura y espacios protegidos.

En este sentido, la Comunitat cuenta con más de 20 parques y reservas naturales a través de sus senderos y rutas homologadas se llega a parajes insólitos. Una fauna y flora única para deleitar a los amantes de la naturaleza.

¿Preparado para la experiencia?

Con un encanto especial

Actividades acuáticas en las Hoces del Cabriel, en la provincia de València. ED

Si la franja costera es bien extensa, no menos lo es todo el territorio que abarca en su interior. Por tanto, se puede disfrutar de múltiples pueblos con encanto, en los que un simple paseo podrá convertir al visitante en un pasajero en el tiempo, como bien ocurre en localidades castellonenses como Morella, Vilafranca, Sant Mateu, Catí, la Pobla de Benifassà, Castell de Cabres, Coratxà, Fredes, el Boixar, el Ballestar, Bel o Vilafamés; así como en las valencianas Ademuz, Chelva, Buñol, Ayora, Carcaixent, Xàtiva, l’Olleria o Bocairent; o las alicantinas del Castell de Guadalest, Biar, Sax, Cocentaina, Agost, Castalla o Planes.

Además, la gastronomía siempre acompaña a estos destinos turísticos. Los tradicionales platos del interior valenciano suelen incluir sabrosos embutidos y quesos así como dulces manjares como los turrones alicantinos. Y, por supuesto, los vinos también harán las delicias de aquellos que quieran descubrir el entorno rural valenciano. La Comunitat Valenciana cuenta con hasta tres Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) –Alicante, Utiel-Requena y Valencia–,y una Indicación Geográfica Protegida (IGP) –Vins de les Terres de Castelló–. Quien quiera puede escaparse a una de sus bodegas para saborear una cata especializada o una degustación de sus maravillosos caldos. Vinos, por cierto, que tienen su origen en los extensos viñedos que decoran las tierras de Requena, Utiel, Caudete de las Fuentes, Camporrobles, Venta del Moro, Turís, Godelleta, Villena, Elda o Monóvar, entre otras muchas localidades.

A todo ello hay que sumar un amplísimo patrimonio natural, con la presencia de diversos parques naturales que garantizan preciosos espacios verdes y vistas para no olvidar jamás. En el extremo septentrional de Castelló se encuentra el Parque Natural de la Tinença de Benifassà, que atesora algunos de los bosques mejor conservados de todo el territorio valenciano. En la Serra d’Espadán el visitante podrá conocer, además de la mayor masa de alcornoques de la Comunitat Valenciana, los singulares cascos urbanos de Onda o Segorbe. Mientras, desde la cima del Penyagolosa podrán otear, si sale el día claro, las olas del mar Mediterráneo.

En este itinerario del interior no puede faltar la Vall d’Uxó, situada a medio camino entre la costa y la Sierra d’Espadán, exhibe un interesante patrimonio monumental. Las cuevas de San José constituyen otro de sus atractivos. Pero, si hay un imprescindible, esa es la Fuente de los Baños, ubicada en el municipio de Montanejos, un lugar de gran belleza debido a su conexión con el agua, con el río Mijares como protagonista.

Las cuevas de Sant Josep, en la Vall d’Uixó. ED

Ya en la provincia de València, en el Rincón de Ademuz, los viajeros podrán descubrir ante sí las centenarias sabinas que habitan en la Puebla de San Miguel; o los pulmones verdes de la Serra Calderona y el Parc Natural del Túria, que insuflan oxígeno a València capital. Los cañones de las Hoces del Cabriel o los senderos y rutas del Parque Natural de Chera-Sot de Chera sorprenderán a los más aventureros.

A unos 60 kilómetros de Valencia, en dirección hacia Cuenca, se encuentra el paraje de las Hoces del Turia. En este espacio, en el término municipal de Chulilla, varios puentes de madera cuelgan sobre el cauce del río y se han convertido en un atractivo para los excursionistas de las zonas próximas.

Pero además, para los amantes del senderismo, existen numerosas rutas formidables para adentrarse en el interior de Alicante: la sierra de Bernia, donde podrás atravesar literalmente la montaña gracias a un agujero natural; el valle de Guadalest, un enclave privilegiado de alto valor paisajístico; la sierra de Aitana, también conocida como el techo de la Costa Blanca, y sus fuentes Partagat y Forata o el nacimiento del río Vinalopó en la Sierra de Mariola, un parque natural en el norte de la provincia alicantina que ofrece diversos itinerarios para recorrer a pie.

Castillo de Xixona, en Alicante. ED

Por todo ello y más, el interior de la Comunitat Valenciana se ha convertido en una perfecta oportunidad para disfrutar de este verano.

Benassal, Vila-real, l’Alcora, Montanejos y su balneario, Cirat, la Vall d’Uixó, Bejís, Navajas, Sot de Ferrer, Viver, Jérica, Altura, Llíria, Riba-roja de Túria, Nàquera, Olocau, Chulilla, Ademuz, Gilet, Aras de los Olmos, Buñol, Yátova, Alborache, Cortes de Pallás, Carlet, Algemesí, Gavarda, Ador, Anna, la ruta de los castillos de Alicante, los parajes naturales de Alcoi, la vía ferrata de Redován, Polop, Muro, Almoradí... y muchos más.

En definitiva, todo un mundo de oportunidades para gozar del interior, de la naturaleza, de la gastronomía, de los vinos, de la desconexión y del encanto propio de la Comunitat.