A más de 1.000 metros de altitud, la paz se encuentra fácilmente. Eso debieron sentir en el siglo XV, época en la que se data la primera construcción religiosa en las faldas del Pico del Remedio de Chelva. Hoy la ermita y el santuario a la patrona de la capital de La Serranía son, además de un lugar para el culto, un lugar de esparcimiento en uno de los enclaves más elevados de la provincia. El ayuntamiento ha aprovechado esta circunstancia para hacer de este lugar un observatorio astronómico desde donde divisar el firmamento.
Hasta el santuario del Remedio se llega en coche o a pie. La salida se encuentra en Chelva, en el desvío que lleva a Ahíllas y cuya carretera, si se elige la opción del vehículo, nos dejará primero en el santuario y después en la cima donde se encuentra el refugio de los guardas forestales. Si se prefiere realizar el ascenso a pie, la ruta comienza junto a la plaza de Toros de Chelva y el desnivel es de 512 metros hasta el pico, más allá del santuario.
La carretera discurre con una decena de herraduras cerradas para salvar la altura y la orografía del paisaje. La ruta a pie no es menos dura, pero existen lugares para parar y aprovisionarse, como el «descansero», donde los feligreses que realizan la bajada de la Virgen del Remedio durante las fiestas de agosto paran e intercambian el paso de la virgen de unos a otros.
Una vez se alcanza el santuario, la hospedería, bien cuidada y mantenida, comparte pórtico con el acceso a la ermita, pequeña pero recargada y construida a finales del siglo XIX. Los exvotos que se encuentran en la sacristía llaman la atención de los visitantes. Además de alquilar los apartamentos y habitaciones que hay el edificio, en el recinto existe un restaurante con vistas privilegiadas sobre La Serranía. Además, los merenderos y paelleros son otra opción para pasar el día.
Junto al santuario existe un pequeño promontorio con una gran cruz de piedra que casi cuelga sobre el aire. Aquí se han instalado dos paneles con el mapa de las estrellas para poder observarlas en directo, ya que la altitud a la que se encuentra es la idónea para poder reconocer las constelaciones.
Por último, al pico del Remedio, donde se encuentran las antenas y un pequeño torreón acondicionado para la observación del entorno, es un lugar privilegiado para controlar, por un lado, el inicio de La Serranía con la llanura de València y su Albufera, junto al golfo. Por el otro lado, hacia el noreste, la sucesión de montañas del interior valenciano hasta Alpuente.