La inclusión. Posiblemente el concepto de la década: que nadie se quede atrás, ni fuera, por ser diferente. En una sociedad que avanza y se transforma a pasos agigantados, la inclusión e integración ha dado respuesta también a las nuevas realidades sociales y, por tanto, las nuevas estructuras familiares: según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, entre 2019 y 2021 el número de perros aumentó en un 38% al pasar de 6,7 a 9,3 millones y el de gatos un 38% al pasar de 3,7 a 5,8 millones. ¿Por qué no abrir los espacios públicos a ellos también? Entre ellos, uno de los lugares por excelencia de la Comunitat Valenciana: sus playas. Una veintena de puntos costeros permiten la entrada de canes para que jueguen, se bañen y disfruten con las personas de estos espacios que dependen de los ayuntamientos. No es un permiso exento de polémica, con personas que cuestionan la higiene de estas playas y los «peligros» que pueden suponer perros y perras para los humanos.
Sea como sea, lo cierto es que hay unas normas a cumplir para todos aquellos que quieran frecuentarlas: la más importante, que el perro sea sociable y esté siempre bajo nuestro control, evitando molestar al resto de personas y mascotas. Es obligatorio recoger los excrementos y que nuestra mascota tenga microchip. Además, si el perro se encuentra en el listado del ministerio por ser una raza «potencialmente peligrosa», deben llevar bozal.
Así pues, en la provincia de València destaca la Playa de Pinedo, una de las pioneras situadas al sur de la capital y una de las favoritas de los residentes en el Cap i Casal. La playa de la Torreta en El Puig es la otra zona de esparcimiento muy recomendable, aunque con menos arena que la de Pinedo y algo más de piedras. Por último, en la Playa de Alboraia hay una zona ‘pet friendly’, lo cual no la convierte en playa canina pero sí una zona que acepta animales con algunos requisitos a consultar en la página web del ayuntamiento.
Sin lugar a dudas, el turismo, como fuente indispensable de ingresos en la C. Valenciana, ha tenido que actualizarse también a las necesidades y preferencias de los clientes y, entre ellas se encuentra la de viajar con sus animales.
Monte y playa en Castelló
En Castelló, de norte a sur, en Vinarós encontramos la Playa de Aiguaoliva y la Playa de les Llanetes, ambas de piedra de canto rodado y bastante salvajes y poco urbanizadas. Son parececidas a la que está disponible en Benicarló, la del Barraquet, de arena fina y dorada.
Un poco más al sur, ya en Alcossebre, encontramos la Platja de l’Estany, en el lado contrario a la Serra d’Irta aunque también de rocas pequeñas.
Mientras, en Moncofa, la Platja Belcaire dispone de una zona habilitada para animales. Se trata de un área que quedó sin urbanizar aunque sí hay calles, por lo que llegar en vehículo es extremadamente sencillo. Se encuentra junto a la desembocadura del río Belcaire, por lo que no siempre está demasiado limpia aunque suficiente si es para pasear.
En Oropesa del Mar se encuentra la cala de la Renegá que también permite acceder con animales.Es un entorno perfecto porque, como en Vinarós, es una playa medio salvaje, rodeada de naturaleza en una zona no urbanizada de esta localidad y junto a una Vía Verde.
En la playa del Pinar de Castelló o incluso el Grau se permite acceder con perros durante unos horarios concretos y unas temporadas específicas, por lo que se requiere consultar en la página web de cada ayuntamiento la idoneidad de llevar o no a animales, según la afluencia de personas.
Por último, la provincia de Alicante es la que más ‘playa can’ tiene. En Dénia se encuentra la Escollera Norte, con algo más de 100 metros de extensión y en pleno puerto náutico. Aunque las condiciones de la arena y el agua no son excepcionales para el uso humano, nuestros compañeros sí pueden disfrutarla.
La cala de Les Urques en Calp es una buena opción para visitar, pero también se encuentra al norte de Altea, la playa Mar y Montaña. Es un lugar donde pasar unas vacaciones. No queda cerca del casco histórico pero sí de todo tipo de servicios en urbanizaciones cercanas en la costa. Mientras, en la Vila Joiosa es la Cala del Xarco donde se reúnen todos los perros del entorno porque, además, es una playa casi paradisiaca, de roca blanca, custodiada por un viejo torreón.
Más al sur, en El Campello, la del Barranc d’Aigües, al norte del municipio y de grandes rocas de canto rodado, en mitad de la naturaleza, y la Cala Punta del Riu Sec, también de piedra y al sur del Campello. Ambas son una opción divertida para nuestras mascotas.
Junto a la Ciudad de la Luz y en un Parque Natural
También la capital, Alicante, cuenta con la Playa de Agua Amarga, uno de los tramos al sur del municipio por donde discurre la Nacional 332, a los pies de la Ciudad de la Luz. El único inconveniente es el acceso, a través de un camino de tierra junto a la carretera.
Mientras, en el Parque Natural del Cabo de Santa Pola se encuentra la Cala dels Gossets, al norte del municipio y junto al Faro. Es más que adecuada porque, como otras, está en un entorno completamente natural y salvaje, por lo que además de un chapuzón, los perros también pueden corretear por el bosque mediterráneo.
Por último, la Cala Rocío en Torrevieja dispone de zonas reservadas para los animales, como la cala Cabo Peña y Cala Mosca II, en el punto más meridional de la Comunitat Valenciana: Orihuela.