«Alicante se puede rodar, contemplar, respirar, descansa y vivir», tal como explican desde la Asociación Provincial Alicante Turismo de Interior. «Y todo ello, a través de un baile de curvas, cuyos destinos son infinitos: descansa en alguno de nuestros hoteles con encanto, saborea la deliciosa gastronomía de la zona, conecta con la naturaleza mediante la práctica de algún deporte de aventura o actividad preparada para la ocasión», indican los promotores de esta iniciativa. 

Touring Alicante Interior no es solo un proyecto de rutas para viajeros en moto, «esconde mucho más que queremos mostrar de manera simple. Nace para fomentar los atractivos de la provincia mientras disfrutamos de la conducción».

El touring está pensado para recorrer muchos kilómetros con pocas prisas y con muchas pausas. A través de una serie de itinerarios, el viajero podrá recorrer algunos de los trazados más bellos de la Comunitat Valenciana. «Además, la región vive con pasión el motociclismo y todo aquello relacionado con el motor».

La marca Touring Alicante Interior conecta todos los valores del turismo de calidad que existen en la zona. Los pueblos alicantinos cautivan por sus gentes, su riqueza arquitectónica y sus tradiciones. Con nueve parques naturales, no solo el sol y playa son sello de la provincia, también un entorno natural que en moto se descubre muy bien.

Es hora de zigzaguear, de recorrer cada curva con la ilusión de qué deparará la próxima parada. Porque sea un paraje, una actividad, un establecimiento gastronómico o un conjunto arquitectónico, en cada rincón hay una historia para vivirla. A continuación te proponemos cinco rutas, pero puedes descubrir más propuestas en la página web de la Asociación Provincial Alicante Turismo Interior.

De Alcoy a Cocentaina (142 km)

Alcoy y Cocentaina son localidades vecinas que, de una a otra, llegaríamos en moto en apenas 5 minutos. Sin embargo, la primera ruta propuesta para disfrutar del entorno natural y patrimonial de la zona va de una a otra a través de 142 kilómetros. El punto de inicio es Alcoi, ciudad rodeada por los parques naturales de la Font Roja y la sierra de Mariola. Está incluida en la Ruta Europea del Modernismo por la belleza e importancia de su patrimonio arquitectónico y artístico. Además, es conocida por sus fiestas de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Internacional.

«En la Plaza de España arrancamos los motores en busca de la Font Roja. Comenzar una ruta de touring con esta serpenteante y ascendente carretera es un aliciente más para recorrer toda la provincia en moto. Las vistas cada vez son más espectaculares, con el pulmón verde de fondo protagonizado por pinos, encinas, robles, arces, fresnos o endrinos, entre otros».

Tras el primer parque natural, llega el segundo. La carretera sigue para atravesar la sierra de Mariola en dirección a la población de Agres. En lo alto de este municipio, es imposible no fijarse en el santuario de la Virgen de Agres.

La ruta desciende en este punto hacia el municipio de Muro, lugar de paso hasta llegar a Planes, localidad donde visitar su acueducto romano.

El siguiente waypoint de la ruta de Touring Alicante Interior se sitúa en el embalse de Beniarrés, lugar de calma y paz para muchos que encuentran allí una puesta de sol magnífica. Siguiendo la ruta descendiente, el municipio de L’Orxa aguarda bajo la atenta mirada del castillo de Perputxent.

Durante todo el recorrido, las curvas hacen del trazado un bello sendero para las motos. El siguiente municipio es Alpatró, donde se conserva uno de los seis lavaderos públicos con los que cuenta la zona de la Vall de Gallinera.

Poco después de pasar la población de Margarida y antes del cruce hacia Tollos y Beniaya, a la izquierda hay un camino que señala la ubicación del poblado morisco de La Roca. La presencia musulmana en la zona fue notable y diversas esculturas dedicadas al visir andalusí Al-Azraq, en Alcalá de la Jovada, así lo atestiguan.

La CV-720 lleva al pueblo de Gorga, donde se alza victorioso uno de los árboles más antiguos de España: el olivo bimilenario. Este ejemplar llegó incluso a servir de morada para una familia a principios del siglo XX. También en la población vecina de Millena podemos contemplar un olmo centenario.

Los 142 kilómetros terminan en Cocentaina, última parada de la ruta. La subida a su castillo, pavimentada y factible en moto, ofrece unas espectaculares vistas de algunas de las poblaciones recorridas a lo largo de esta ruta.

De Alicante a Villena (106 km)

Si hay un reclamo turístico genérico por encima de todas las sorpresas por descubrir en la provincia de Alicante es su proximidad entre la costa y el interior. Pasar de las magníficas vistas marítimas, al aire puro de la montaña es cuestión de minutos y el objetivo de esta ruta, que une Alicante y Villena a través de 106 kilómetros de disfrute sobre la moto.

Los organizadores de estas rutas explican que «la salida la tomamos en el castillo de Santa Bárbara de la capital provincial. Asomarnos al mar nos sirve como punto de partida para una ruta que conecta la brisa mediterránea con la naturaleza interior».

El primer punto de la ruta, tras dejar atrás Alicante, se sitúa en Busot. De castillo a castillo, ya que esta población conserva también una fortaleza de obligada admiración. A muy corta distancia, las cuevas de Canelobre nos sumergen en un mundo subterráneo asombroso. Son uno de los principales atractivos naturales de toda la provincia de Alicante, con una de las bóvedas más altas de toda España, cuya altura alcanza los 70 metros.

La siguiente población que atraviesa la ruta de Touring Alicante Interior es Xixona. Tierra de turrones y helados, también está vigilada por una fortificación como la Torre Grossa. El castillo continúa ejerciendo de vigía desde que en el siglo XII los almohades lo construyeran para defender la frontera del reino de Valencia.

El siguiente tramo de la ruta es uno de los preferidos por cualquiera que se suba a una moto. «Se trata del puerto de La Carrasqueta, cuyo curvilíneo trazado reúne los fines de semana a decenas de motoristas. Las vistas panorámicas tras coronar sus 1.020 metros bien merecen una fotografía para nuestro particular álbum de la ruta».

Cuesta abajo, entre pinares y masías, la ruta atraviesa Ibi y Banyeres de Mariola. Estas carreteras de la provincia de Alicante presentan buen asfalto y son sinuosas, lo que garantizan el disfrute de la conducción. Además, son zonas con buen clima durante la mayor parte del año.

«Y para no terminar de alegrarnos la vista con castillos, el trazado llega a Biar». Allí espera una nueva huella del imperio almohade, cuyo culmen se encuentra en el municipio final de la ruta. La fortaleza de Villena pone fin a un serpenteante camino de poco más de 100 kilómetros, ideales para disfrutar de ir sobre ruedas entre historia, sol y naturaleza.

Alicante dispone de un rico patrimonio natural en sus comarcas interiores. ED

De Benidorm a Benitatxell (155 km)

Para los amantes de las carreteras con curvas y paisaje de fondo, esta ruta entre Benidorm y Benitatxell es ideal. Unir estas dos maravillas costeras por el interior supone trazar 155 kilómetros repletos de vistas idílicas.

«En plena Cruz de Benidorm, mirador ubicado en lo alto del Parque Natural de la Serra Gelada, arrancamos nuestras motos. Nada más salir, hay que encarar la enorme mole rocosa del Puig Campana, la atalaya de 1.410 metros que domina las Cordilleras Prebéticas».

La ruta de Touring Alicante Interior nos traslada hasta las poblaciones de Finestrat y Relleu. «Las carreteras autonómicas que atravesamos nos brindan curvas ideales para disfrutar de la conducción. Todo ello, bajo la imponente presencia del Puig Campana. Las horquillas se retuercen más y más hasta llegar al puerto de Tudons».

Aquí es momento de virar la dirección para buscar uno de los municipios estandarte del interior de Alicante: Guadalest. Declarado conjunto histórico-artístico desde 1974, destaca su castillo, erigido sobre un crestón para dominar todo el valle. Ubicado en un paraje de singular belleza, su embalse recoge las aguas de intenso azul turquesa del río Guadalest.

El siguiente tramo, para llegar a los pueblos de Callosa d’en Sarrià y Tárbena es un reclamo de los motoviajeros. Antes de afrontar las rampas del Coll de Rates hay dos paradas obligatorias. La primera, el Museo de Vehículos Históricos en el Vall de Guadalest, donde la moto ocupa un lugar destacado. La segunda, las Fuentes del Algar, un espacio temático de incalculable riqueza ecológica.

«Tras continuar por el Coll de Rates, un collado situado entre las sierras del Ferrer y del Carrascar de Parcent, llegamos a Parcent, Tárbena y Alcalalí. Una última parada en el Mirador de Mirabarques precede a la subida final. Nos espera la cima del Puig Llorença, en la Cumbre del Sol. 

El colofón es una panorámica de 360° de la comarca de la Marina Alta, por donde nuestras amigas han rodado durante más de 150 kilómetros».

De Xàbia a Ibi (129 km)

Otra de las rutas de touring, es la que une Xàbia con Ibi. En este trayecto de 129 kilómetros une otra vez la costa con el interior.

El punto de inicio es de nuevo junto al mar, en el cabo de San Antonio. Situado entre Xàbia y Dénia, forma parte del Parque Natural del Montgó y a sus pies se encuentra una reserva marina escoltada por escarpados acantilados. Las motos comienzan a rugir en este balcón sobre el Mediterráneo para poner rumbo a distintas poblaciones de interior y sus encantos.

«Ya en Dénia, conocido municipio turístico de costa, destaca su castillo y museo arqueológico, que muestra vestigios de época ibérica, romana, musulmana y cristiana. Iniciamos nuestro recorrido por alguna de las cavidades más sorprendentes del interior de la provincia de Alicante».

«En primer lugar, visitamos la Cueva de las Calaveras, en Benidoleig. La gruta destaca por sus techos altos y se divide en una zona inundada de 500 metros de extensión y una zona seca de más de 400 metros».

Más adelante, el camino de Touring Alicante Interior lleva a la Cueva del Rull, en la Vall de Ebo. Se trata de una gruta subterránea que cuenta con varias salas abovedadas. La presencia de estalactitas y estalagmitas, además de numerosas formas caprichosas generadas a lo largo de millones de años, la hacen todavía más especial.

El zigzagueo de la carretera llega después a poblaciones como Pego o Vall de Ebo. De las cuevas cerradas pasamos a espacios muy abiertos como el Mirador del Xap. Siguiendo la ruta, en Almudaina, su torre islámica medieval recibe con gusto a los motoviajeros.

En el tramo final de los más de 100 km de trayecto, en Benilloba se puede parar la moto unos minutos y disfrutar de un agradable paseo para estirar las piernas. El Molí del Salt es el espacio natural perfecto para hacerlo. «De nuevo sobre las monturas, salimos al encuentro del enésimo castillo que vigila nuestros pasos, el de Benifallim. Esta población cuenta con uno de esos lavaderos bien conservados que todavía quedan y se usan en poblaciones de interior».

El punto y final llega tras el paso por Ibi, localidad de tradición heladera y con parajes magníficos como el Barranc dels Molins.

De Biar a Altea (114 km)

Si algo caracteriza patrimonialmente a la provincia de Alicante son sus numerosos castillos. Repartidos a lo largo de su orografía, uno de los más imponentes es el de Biar, declarado monumento nacional desde 1931. Desde aquí arranca una ruta que rodará durante 114 kilómetros hasta llegar a la costa.

El siguiente paso de la ruta es el de Banyeres de Mariola, localidad que también cuenta con un castillo y una ermita neogótica dedicada a San Jorge.

Más adelante, el puerto de montaña que une Castell de Castells con Tàrbena hace llegar a las motos a Sa Creueta, un paso muy frecuentado por los ciclistas. Es la antesala del mirador de Ses Dues Marines. En esta localidad de Tàrbena es difícil quedarse con alguna panorámica por encima de otra.

Un descenso vertiginoso lleva la ruta a Bolulla y Callosa d’en Sarrià, tramo que comparte esta con la ruta 5 de Touring Alicante Interior. La sierra de Bèrnia y sus aves rapaces otean el circo de montañas junto a la carretera del itinerario.

Buscando el sur, el asfalto lleva a las motos hasta Polop, cuyos orígenes se remontan a la cultura íbera. La Plaza de los Chorros y sus numerosos caños forman una estampa de fotografía al paso por este municipio.

«Si se hicieran carreteras a propósito para el disfrute del touring, un buen ejemplo sería el de estas carreteras del interior de la provincia. Desde Polop, el camino va buscando la perla blanca de Alicante, la población de Altea. Uno de sus puntos más curiosos es el contraste de su blancura con la policromía de la iglesia ortodoxa rusa de San Miguel Arcángel».

Este es el punto y final de una ruta cuyo premio final es disfrutar del eterno sol alicantino y su todavía más infinita gastronomía. Todo, con el mar y la montaña a un paso.