Para conocer el paraje natural de Les Rodanes, solo hay que desplazarse hasta Vilamarxant, a algo más de 20 minutos de València. Esa es la distancia a la que nos encontramos un entorno salvaje, una explosión de naturaleza y patrimonio histórico que vale la pena conocer. ¿Cómo? Casi como uno desee. Hay al menos tres rutas oficiales que recorren total o parcialmente el paraje, y hay diversos puntos de interés para conocer por sí solos, como los vestigios de la Guerra Civil o el área recreativa ‘La Pedrera delRei’. Todo ello situado al sur de la comarca delCamp de Túria, custodiando el trazado del río en su zona más meridional.
Como contexto, hay que destacar que esta zona esta compuesta por cuatro montes; la Rodana Gran, la del Pic, la Parda y la Rodana del Oro.En total, casi 600 hectáreas de extensión fue declarado en 2002 como Paraje Natural Municipal. Tiene una singularidad: la roca de este terreno son areniscas y, concretamente, de rodeno, un material escaso en el resto de la ComunitatValenciana donde predomina la caliza y las dolomías cretácicas y jurásicas.
En cuanto a la vegetación, está completamente adaptada a este tipo de suelo, pobre, donde predominan las estepas negras y jaguarzos moriscos, además de frondosos bosques de pinos carrascos.
La fauna es la tradicional de estos bosques mediterráneos: zorros, ginetas, conejos, la musaraña común, la comadreja y el lirón careto. También hay reptiles como las culebras de escalera y la bastarda. Los sapos también pueblan algunos rincones e incluso hay una especie, el galápago leproso, en charcas y arroyos del paraje.
Existen tres zonas de recreo para visitar. La primera de ellas es el arboreto con rocalla, un área que representa buena parte de los ecosistemas de la C.Valenciana y de fácil acceso. Hay 120 metros de sendas peatonales, que separan siete secciones diferentes donde hay más de 40 taxones diferentes y unas 200 plantas organizadas por ecosistemas: cultivos tradicionales, encinar, alcorconal, plantas aromáticas, ramblas y barrancos, vegetación caducifolia y algunas especies de alta montaña.
Mientras en el área recreativa la Pedrera del Rei aglutina todos los servicios como barbacoas y paelleros, mesas de picnic, fuentes, servicios y un bar que abre los fines de semana donde se congregan buena parte de los ciclistas que recorren de buena mañana los caminos del paraje.
Por último, otra de las visitas obligatorias es la Bassa Barreta, un antiguo corral de ganado junto a una balsa de agua en la cabecera del Barranc de la Muntxolina y que es la única masa de agua permanente en este entorno. La charca fue excavada hace varios siglos para almacenar agua y dar de beber al ganado que se guardaba en el corral, cuya estructura está hoy perfectamente integrada en el entorno. Además, también destaca el pino de la Bassa Barreta, de grandes dimensiones, y que sirvió de punto de reunión para maquis y soldados durante la Guerra Civil. Toda esta zona puede visitarse a través de las pasarelas para personas con movilidad reducida.
En todo el paraje hay varios lugares dignos de visitar, como las trincheras de la guerra, los búnkers, los nidos de ametralladora y los refugios antiaéreos recientemente restaurados. Se encuentran en la ladera norte de los picos de La Ferraura y El Clau, y en la Rodaneta Blanca.
El sendero PR-V 175 permite conocer todo el entorno natural. Sale desde el propio municipio, donde se puede aparcar el coche, y el trayecto pasa por la Rodana del Pic, la Rodaneta Blanca -donde se encuentran los vestigios de la Guerra Civil-, el barranco de la Mutxolina y la Rodana Gran, con su vórtice geodésico y desde donde se ve toda la plana de València, la Calderona, Cullera y l’Albufera.
Este sendero tiene una variante que es la PR-V 175.1 que permite ver todos los restos de laGuerra Civil en el municipio. Arranca en la Urbanización Monte Horquera y debe seguirse la pista perimetral. Esta variante rodea elCerro de El Clau y La Ferraura, y de allí a la Rodana del Pic.
