La tele ha sumado una nueva pieza a su Museo de los Errores. Es la sección «Peña que cocina» estrenada el sábado en «laSexta Noche». La ocurrencia tiene la ventaja de ser baratita y de fácil imitación, por lo que puede estropear cualquier otro programa que quiera hacer la misma tontería. Se trata de llevar a un político profesional, quitarle la americana, atarle un mandil, darle un cuchillo, ponerle a hacer como que cocina, y aderezar la escena con una charleta insustancial. Es tal la confianza que «laSexta noche» tiene en el truco que creen que así, ¡oh, prodigio!, tan cercana cercanía desvelará el lado más humano del invitado descubriendo las más ocultas claves de su alma.

«Peña que cocina» comenzó con Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, cortando un calabacín en dados; Javier Peña, cocinero exconcursante de «Top Chef», enseñando un pisto que ya tenía hecho para que viéramos cómo es; la novata Verónica Sanz anudando el mandil del diputado mientras explicaba el profundo significado que tenía que él no fuera capaz de hacerlo solito («Hay que ver cómo empezamos»), y el veterano Iñaki López removiendo la sartén a la vez que buscaba el sentido político a las grandes revelaciones de la sección. Vean cuáles: preguntan a Rufián si es un cocinillas y dice «la verdad es que no», avisan de que van a preparar un plato «que se cocina en toda España» y Rufián no averigua que será pisto sino que apuesta por los calçots, le preguntan si añade jamón o butifarra al plato y el tío elije el jamón. López incluso buscó el titular de tan periodístico momentazo.

—¿Jamón porque casa más con estos tiempos y hay que abandonar la butifarra que pertenece a otros tiempos de abusos?

—Ante la duda, jamón.

—¿Sabe usted que «ante la duda, jamón» va a ser retuiteado mucho? Esto le va a perseguir.

Ya que la sección no sirvió ni para enseñar a lavarse las manos antes de cocinar, al menos podían habérsela encargado a Bertín Osborne, que habría atiborrado de vino al invitado para que saliera con ese puntín tan simpático partiéndose de risa en un sofá.