Algunos afortunados les van a dejar los Reyes un globo dorado esta noche en la que se entregan los galardones con el sambenito de antesala de los Óscar, estatuillas que no nos afectan en estas páginas dedicadas a la televisión.

Y para qué dan premios si no es para que el personal haga sus apuestas. Me centraré en el apartado de mejores series dramáticas por razones de espacio y por mi inexorable, y quizás preocupante, tendencia a este tipo de ficción en medio del tedioso ambiente político. La que más me hizo pensar es una de las ausentes en las nominaciones de los Globos de Oro: «Years and Years», la distopía demasiado cercana de la BBC con una Emma Thompson dando cuerpo a una política populista que se convierte en primera ministra de Reino Unido. Hasta ahí, nada sorprendente, acostumbrados a ellos en los informativos. Lo que estremece es compartir a través de la familia Lyons lo que puede suceder a la gente en unos años, con los refugiados que consiguen no morir en el mar encerrados en campos de concentración y un capítulo cuatro inolvidable.

La otra gran ignorada por la Asociación de la prensa extranjera de Hollywood es «Euphoria», a la que me acerqué con reparos por la edad de sus personajes protagonistas para descubrir que es mucho más que una de adolescentes por su sugestivo tratamiento audiovisual y el valiente abordaje de temas como las enfermedades mentales, las adicciones y la transexualidad. Más comprensible ha sido el desprecio al final de la serie de la década, «Juego de Tronos», aunque a los menos del centenar de críticos que votan no debió gustarles el injusto desenlace para Jon Snow y, como en los Emmy, han nominado a Kit Harington a mejor actor, con nulas posibilidades de ganar.

Como no están en la lista, tendré que elegir una de las cinco propuestas. «Big Little Lies» fue la gran ganadora de 2018 merecidamente. Sin embargo, su segunda temporada no está, ni de lejos, al mismo nivel de la primera, que debió ser la única. «The Morning Show» no la he visto, de momento, porque no doy abasto con las plataformas a las que estoy abonada y me parecía demasiado suscribirme a Apple TV. «The Crown» ya triunfó en la cosecha de 2016, llevándose también Claire Foy como la joven Isabel II el premio a mejor actriz. Los nuevos episodios con Olivia Colman no defraudan en absoluto, como tampoco la segunda temporada de «Killing Eve», pero este año le toca ganar a «Succession». A ver si acierto.