Subida en un camión en movimiento y dentro de una 'pecera' transparente hará María Teresa Campos las entrevistas en su vuelta a televisión en 'La Campos móvil', un programa que se estrena el próximo miércoles 10 de marzo en Telecinco.

    La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, será la primera invitada al programa y con ella recorrió Campos hace unos días algunos lugares significativos para la política del PP, como la universidad en la que estudió o el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal.

    Esta será la primera de una serie de entrevistas que Campos hará a figuras destacadas de diferentes ámbitos, a bordo de un camión-plató completamente transparente, en constante movimiento y a la vista de todos.

    Con 'La Campos móvil' la icónica periodista de 79 años vuelve a la televisión llena de “mucha emoción y algunos nervios ante el estreno”, según ha explicado este lunes en un comunicado distribuido por Mediaset. “El deseo de hacer las cosas lo mejor posible y esta sensación de nervios y de emoción los he tenido y los tendré toda mi vida. Nunca he entrado a un plató tras un tiempo de inactividad o tras cambiar de programa sin esa sensación, porque uno debe tener muy presente que al público hoy le gustas y quizá mañana no. Siento que la gente me quiere mucho, por lo que estoy muy agradecida, y espero que me sigan queriendo”, ha contado la periodista.

    Campos vuelve así a uno de sus géneros favoritos, la entrevista, que ha practicado también en los meses de confinamiento gracias a internet, en su programa 'Enredados', emitido a través de su canal de Youtube. “La entrevista para mí es un género que abordo de una manera muy personal. Sé cómo quiero comenzar la conversación, pero una vez que arranco sé también a dónde quiero llegar. La entrevista es ese camino hasta alcanzar tu objetivo”, ha explicado la comunicadora.

    'La Campos móvil' ha sido creado para La Fábrica de la Tele por Óscar Cornejo, quien ha explicado que a pesar de tratarse de "una ‘pecera’ transparente en sus 360 grados, a la vista de todo el mundo, es un lugar muy íntimo, porque no hay nadie dentro excepto María Teresa y su invitado o invitada, que solo pueden interactuar entre sí y visualmente con el paisaje”.