La supresión de la retransmisión de las misas en valenciano en À Punt, que se había iniciado en marzo de 2020 con motivo del confinamiento, disparó las quejas y sugerencias ciudadanas al ente público durante el año pasado, que superaron las 1.800, frente las 109 recibidas el año anterior.

Así lo han dado a conocer los miembros del Consell de la Ciutadania de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, órgano asesor encargado de la defensa de la audiencia, durante la presentación telemática del informe de 2020 sobre la programación.

El programa que disparó las quejas en À Punt

El informe refleja un "incremento exponencial" de las quejas y sugerencias en À Punt, que alcanzaron las 1.841 en todo el año, aunque la mayoría se concentraron entre marzo y junio, coincidiendo en el inicio del estado alarma y la incorporación de las retransmisiones de misa, y con el anuncio de la supresión de esas retransmisiones en junio.

Según ha explicado Lucía Peris, miembro de este Consell, aunque en marzo se recibieron algunas quejas de ciudadanos que no estaban de acuerdo con que se retransmitieran las misas, cuando se anunció que se dejaba de hacer, en junio, llegó "un aluvión" de peticiones para que se mantuvieran, en concreto, más de 1.300.

El resto del año, las quejas y sugerencias han sido similares a las de otros ejercicios, y han estado relacionadas con que se cubra determinado contenido o se dé más visibilidad a alguna zona, así como con la pronunciación o el doblaje de algunas películas.

El informe también refleja un aumento de la audiencia durante el año 2020, llegando a duplicar "la cuota promedio durante el año respecto a 2018", aunque muestra algunos sesgos en su estructura, según ha explicado Pepe Reig.

En concreto, se aprecia que la radiotelevisión valenciana tiene más público masculino (1,7 hombres por cada mujer); que la mayoría de la audiencia se concentra en la franja de edad de entre 25 y 40 años (con un 5,8 de cuota), y que predomina el público de la provincia de Valencia, muy por encima de Alicante y Castellón.

À Punt: las quejas en la radiotelevisión pública valenciana se dispararon en 2020 por la supresión de las misas en valenciano. M. A. Montesinos

En concreto, la audiencia de la provincia de Valencia es 2,5 veces la de Alicante, cuando la población es 1,5 veces mayor, aunque en las comarcas del sur los usuarios de À Punt han crecido un 40 % en el último año, mientras que Castellón está también por debajo de la media de Valencia.

Para el Consell de la Ciutadania, esta diferencia de espectadores y oyentes no se corresponde con una falta de atención informativa, sino que podría tener más relación con la necesidad de aumentar la notoriedad de la cadena en esa zona, y proponen hacer programas que visibilicen el entorno o involucren más al público.

El documento muestra, además, que la audiencia predominante es de clase media alta, domina el valenciano y vive en ciudades grandes, y señala que la proporción entre información, entretenimiento y ficción es adecuada, aunque considera que a À Punt le hace falta algún programa estrella que identifique más a la cadena.

En cuanto al acceso ciudadano a los medios de comunicación, el Consell de Ciudadania propone la creación de "un quién es quién" de la Comunitat Valenciana, para que los profesionales del ente público y de otros medios de comunicación puedan saber a quién acudir en caso de tener que tratar algún tema concreto.

Por otro lado, han valorado "el esfuerzo de adaptación" realizado por À Punt, tanto en los informativos como en la programación, en un año tan complicado marcado por la pandemia, y han aplaudido el trabajo hecho en la programación infantil y en iniciativas concreta como "Ciudades en aislamiento".