À Punt recuerda hoy en «L’hora fosca» el caso Maeso. A lo largo de los años 90 los servicios de salud valencianos detectaron un aumento de casos de hepatitis C. Por su lado, los directivos de una empresa se sorprendieron de que los trabajadores lo habían contraído después de hacer uso del servicios hospitalarios que ofrecía la mutua. Así empieza una investigación que pondría al descubierto que había alguien que contagiaba en serie en varios hospitales de València. Después de numerosas investigaciones se determinó que el sospechoso era el anestesista Juan Maeso. Se le atribuía un modus operandi que consistía en inyectarse parte de los opiáceos destinados a la anestesia de pacientes que se tenían que operar en varios hospitales valencianos.