Y ahora resulta que TVE es noticia porque la Junta Electoral Central (JEC) ha reprendido a esta corporación televisiva, y ha señalado como culpable especifica a Mònica López, la presentadora de ‘La Hora de La 1’ ¡Ah! ¿Y de qué se la acusa? Pues que en la entrevista del 26 de abril a la aspirante de Vox a presidir la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, no estuvo todo lo ecuánime, todo lo neutral, que la JEC –y Vox, que es la formación que presentó la queja– desearían. Hombre, es un tema francamente cansino. No es ningún descubrimiento que la neutralidad periodística no existe. Que la entrevista de Mònica López tuvo un momento de bucle sobre el encontronazo que habían protagonizado en la SER Rocío Monasterio y Pablo Iglesias, que ese tema se dilató en exceso y podía haber sido más cortito, les decía, pues sí, podía ser más cortito. Que hubo demasiadas contrarréplicas por parte de la entrevistadora, pues también, sí, pero bienvenido el arte de la repregunta.

Nada hay más inútil en periodismo que dejar al entrevistado como si estuviese lanzando un ‘speech’ en un mítin. Para eso no hace falta ponerle delante a un periodista. Basta con llamar a Hiroshi Ishiguro y comprarle un robot de los suyos. Son estupendos. Vistos frontalmente tienen una apariencia humana muy bonita. Les enchufan un ‘pendrive’ con todas las preguntas y las vocalizan una tras otra, como quien lanza una ristra de peditos. Y no replican ni repreguntan nunca. ¡Ah! Son una delicia. También la JEC acusa a Mònica de usar un tono crítico. O sea, quieren un periodismo masajista. Quizá las entrevistas políticas, en lugar de hacerlas en un plató, deberían hacerse directamente en un jacuzzi.

Hombre, seamos serios, ¿Le ha hecho Mònica una entrevista perfecta a Rocío Monasterio? Claro que no. De hecho, si ahora convocásemos a los mejores entrevistadores del telehipódromo nacional, seguro que cada uno nos diría que habría hecho una entrevista distinta. Lo único que se le debe exigir a un entrevistador/a es que mantenga el mismo tono, sea quien sea a quien entreviste.

La corporación TVE está semihundida. La audiencia, cayendo en picado. Ni son referentes en informativos ni en entretenimiento ni en nada en absoluto. Pero no sufran. Ya han identificado el problema. Mònica López es una entrevistadora malísima. Aleluya.