Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

'Verano azul': 40 aniversario de una serie que marcó a una generación

La serie vuelve a emitirse durante este mes de agosto por las tardes en La 2 de TVE

La serie de Verano azul.

'Verano azul' se emitió por primera vez en otoño y no en los tórridos meses estivales. Fue el 11 de octubre de 1981 (en breve cumple 40 años) cuando TVE estrenó la mítica serie rodada los dos años anteriores, durante 16 meses, sobre todo en Nerja pero también en Vélez-Málaga, Motril y Almuñécar. Todo un despliegue para una producción española en los 80: nueve millones de pesetas por capítulo, un equipo de 50 personas, tres años de trabajo y "un amplio reparto en el que figuran Antonio Ferrandis, María Garralón, Carlos Larrañaga, Conchita Cuetos, Manuel Tejada y Elisa Montés, junto a los siete niños protagonistas que comparten las aventuras con el pescador Chanquete", explicaron a los medios en su presentación.

"La serie no se puede calificar de infantil aunque esté protagonizada por adolescentes, ya que sus temas afectan al mundo de los adultos al plantear el distanciamiento generacional y la incomprensión entre padres e hijos. Estos problemas están tratados desde una actitud humanista y progresista", declaró el director, Antonio Mercero.

Y la serie, con la inconfundible sintonía de Carmelo Bernaola, fue enganchando. Cada domingo a las cuatro de la tarde tocaba reunión frente al televisor hasta completar los 19 episodios que empezaron con ‘El encuentro’ y acabaron con ‘El final del verano’ el 14 de febrero de 1982, canción del Dúo Dinámico incluida. Verano azul volvería muchas más veces en forma de reposiciones, esta vez sí en verano, la última en agosto de 2019. Tantas, que según TVE, en 1995 el 91% de los españoles había visto al menos un capítulo.

La amistad, los prejuicios familiares y sociales, las reacciones de los adolescentes frente a la autoridad, el amor, el sexo, la menstruación, la muerte, la especulación inmobiliaria o la ecología, tratados de forma monográfica y sin continuidad en los capítulos siguientes, son los temas a los que se enfrentan los protagonistas de Verano azul. La guapa Bea y su mejor amiga Desi, hija de padres separados, toda una novedad entonces (interpretadas por las hermanas Pilar y Cristina Torres); el idealista Pancho (José Luis Fernández); el líder Javi (Juanjo Artero); el pequeño Tito (Miguel Joven); el gordito Piraña (Miguel Ángel Valero) y Quique (Gerardo Garrido), algo desdibujado. 

Las hermanas Torres tenían experiencia como actrices y Garrido había hecho publicidad. El resto de los chavales se estrenaron frente a las cámaras en Nerja. Curioso es el caso de Tito, personaje que finalmente recayó en Miguel Joven, hijo de un camarero de la zona, tras varios intentos fallidos como el de Jorge Sanz, que desistió porque ningún familiar pudo acompañarle al rodaje en Andalucía.

Después la serie, Bea se retiró, los dos pequeños grabaron el disco Los Pirañas (Valero, profesor universitario, dimitió en febrero como director de accesibilidad del Ayuntamiento de Madrid tras el mediático fichaje de Almeida), Pancho y Javi formaron un efímero dúo musical. Pero solo este último es hoy actor en proyectos como El comisario.  

De tono blanco, lacrimógeno y setentero, Verano azul' retrata una España de otra época en la que la madre anuncia al padre: “Agustín, Beatriz ya es mujer” en el famoso capítulo de la regla de Bea. Y en la que una canción salva el barco de Chanquete: gana La Dorada, pierde la empresa inmobiliaria que quiere construir un complejo de apartamentos en la costa en una suerte de plataforma antidesahucios, guitarra en mano. Incluso se anunció la muerte del pescador antes de emitir el episodio. "Chanquete se muere el domingo", publicó en portada la revista 'Supertele'. "Los psicólogos dijeron que podía ser un impacto tan grande para los niños que había que avisarles", explicó la actriz María Garralón sobre aquel spoiler que hizo historia.

La serie es un perfecto catálogo de looks playeros de los primeros 80 que han vuelto a nuestras vidas: rockys, cangrejeras, camisetas de rayas, bikinis de triángulo… De actitudes que ya no vemos: motos y bicis sin casco, escopetas en el bar, explotación infantil (el pobre Pancho, chico local y huérfano), adultos que ofrecen tabaco a adolescentes, niños que compran vino. De eternas escenas estivales: chiringuitos, paella, alcohol.

 Mostró también un catálogo de diversidad familiar, desde la monoparental con una embarazada soltera (que por cierto bebe gintonic) hasta los divorciados y la familia elegida de los amigos, el marinero y la pintora. Y un modelo que todavía no nos hemos quitado de encima: cuando dos gallitos se enamoran de la guapa oficial, un tercero entra en escena para robársela, como si fuera de su propiedad. En 'Verano azul' hay moralejas, ingenuidad, barbaridades, machismo y sobre todo un mensaje de futuro a través de los siete niños que hacen pandilla con dos adultos modernos. 

Compartir el artículo

stats