Este miércoles hubo que lamentar un fallecimiento en un acto taurino en Almassora (Castellón). Dos profesionales de À Punt, Nereida Sarrión y Clara Sanjuán, fueron a cubrir los hechos para informar sobre el trágico suceso como en otras ocasiones, pero esta vez lo que se encontraron fue con insultos y agresiones en un lamentable episodio que como confirman a Mediterráneo será denunciado ante las autoridades competentes para emprender las acciones legales pertinentes contra los participantes de dicho acoso.

El Consejo Rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación y la Dirección General de la Sociedad Anónima de Medios de Comunicación han condenado “con firmeza” la agresión sufrida por ambas profesionales, que relatan así el suceso a este periódico: “Una vez comenzamos el directo muchos de los que estaban ahí nos rodearon y comenzaron a increpar. El ambiente era hostil desde que llegamos”.

Participación de niños

Lo que más le llamó la atención a la cámara y a la periodista fue la participación de menores de edad en el episodio en cuestión: “Había muchos niños allí y al ver a los adultos les imitaban, nos insultaban y tiraban petardos o piedras. No entendemos cómo pueden inculcar esos valores de odio a sus hijos; cómo pueden dar ese ejemplo. Fue lo que más nos impresionó”.

A causa de la muerte de un vecino de Vila-real de 72 años, este miércoles se suspendieron los actos taurinos en la localidad, pero afirman las reporteras que se sintieron como si hubiera acudido a suplir a los propios toros: “Tuvieron el espectáculo con nosotras. Éramos como los animales que estábamos siendo maltratados mientras ellos miraban y jaleaban. Fue muy desagradable, pero por desgracia no es la primera vez que pasa”. De hecho, este mismo año otro compañero de À Punt, Bérnar Giménez, también vivió un episodio similar, en este caso en Vila-real.

Las dos profesionales aseguran que en el desagradable suceso respiraron también un ambiente machista por algunos de los participantes en el acoso: “Alguno nos decía que si fuéramos hombres nos darían una paliza. Fueron agresiones verbales, zarandaron la cámara, tiraron al suelo una parte del equipo técnico… Nos quisieron amedrentar y hubo que llamar a la policía porque teníamos miedo”. 

Nereida y Clara afirman que es la primera ocasión en la que se ven intimidadas mientras realizan su trabajo y achacan la actuación de los agresores a lo siguiente: “No quieren visibilizar las víctimas de los ‘bous’. Nos decían que solo mostramos la parte negativa, pero es que no entendían que había muerto una persona, que había pasado un suceso grave y era noticia”.