Pablo Motos ha acudido al espacio televisivo de Joaquín: el novato. El jugador de fútbol ha entrevistado al presentador de televisión y el programa no tiene desperdicio, y es que ha estado repleto de momentos divertidos. Durante la entrevista Motos le ha contado a Joaquín lo que le ha pasado después de sus últimas operaciones estéticas.

La primera visita que realizó fue al dentista, donde pretendía cambiarse toda la dentadura en un solo día. El odontólogo no se lo recomendó en absoluto, y le advirtió que hacer todo ese trabajo en un solo día era una locura. Sin embargo, el presentador de El Hormiguero hizo caso omiso y quiso que se lo hicieran en una sola jornada. Este cambio de dentadura le llevó nada más y nada menos que doce horas seguidas al profesional.

Al día siguiente Pablo Motos se dirigió a operarse de la vista con la finalidad de quitarse todas las dioptrías. En ese momento el médico le advirtió de que la operación podría conllevar un riesgo importante, y es que al tener un ojo vago si todo no salía bien podía acabar viendo doble. Pese a este aviso, el presentador continuó firme en su decisión de someterse a la operación, y efectivamente se acabó dando el peor de los escenarios posibles. Una vez le quitaron las vendas de los ojos se percató de que veía doble: "Me quitan lo de los ojos y veo a mi mujer y a mi mujer".

Por si fuera poco todo lo que le estaba ocurriendo, de los nervios que sufrió durante el tiempo que veía por dos, se destrozó toda la dentadura nueva: "De los nervios me rompí todos los dientes", aseguraba.

Más tarde su mujer le regaló una estancia en un hotel macrobiótico, donde Pablo Motos decidió ponerse bótox. La desgracia que le acompañaba continuó y es que los resultados que obtuvo no fueron para nada los que él esperaba: "Te ha quedado muy bien, me dijeron", aseguraba. Sin embargo, se llevó una sorpresa non grata cuando se miró en el espejo del ascensor: "Me habían dejado chino! La cara no me funcionaba".

Menos mal que el presentador se lo tomó todo en clave de humor. Mientras contaba todas esas experiencias él y Joaquín se rieron a carcajadas.