El enfrentamiento programa tras programa en Rafa y Orestes por hacerse con el bote histórico de 1,8 millones de Pasapalabra está haciendo que la audiencia se cuestiones muchos aspectos sobre el funcionamiento del programa. Día tras día, los dos concursantes se enfrentan en un duelo de titanes para completar el rosco y hacerse con el bote. Llevan meses enfrentándose sin que ningún otro concursante consiga hacerse un hueco para luchar por el bote millonario.

Por eso, parte de la audiencia parece que se ha plantado y ha comenzado a proponer cambios en la mecánica del programa. Concretamente, en el funcionamiento de la silla azul.

¿Cómo funciona la silla azul de Pasapalabra?

La silla azula es la parta del programa en la que se permite al concursante que ha perdido el rosco del día anterior enfrentarse a un nuevo rival y permanecer así en el equipo azul durante, al menos, un programa más.

La audiencia cree que los concursantes no arriesgarían tanto se se cambian las normas de la silla azul

Es justo en este punto donde la audiencia tiene algunas propuestas interesantes que el programa debería quizá tener en cuenta. Rafa u Orestes siempre acaban jugándose su permanencia en el siguiente programa cuando pierden el rosco del día. Hasta ahora, los dos concursantes han superado sin problemas esta prueba para volver a enfrentarse al día siguiente.

Sin embargo, el público cree que cualquier de los dos "se lo pensaría dos veces antes de arriesgar" si en el silla azul

Cuidado con los cerrojos

Se lo pensarían dos veces antes de arriesgar si en la silla azul ocurriesen las siguientes situaciones:

  • Cuando aparezca un aspirante de buen nivel, por ejemplo porque se ha preparado para el concurso, tiene experiencia de otros como Saber y Ganar.
  • Las preguntas no sean todas de diccionario y que caigan a menudo cerrojos de cultura general, aunque sean repetidos.
  • Si se da el caso de que el veterano falla un respuesta, que le toque un nuevo cerrojo a él primero.